Leemos en Gizmag sobre un proyecto de un estudiante de la universidad holandesa de Delft que ha desarrollado un dron ambulancia para auxiliar en tiempo récord a personas que sufran ataques al corazón.
La palabra dron se ha popularizado tanto en nuestro país que hasta la RAE la acaba de incluirla entre las nuevas palabras que ha introducido en la última edición de su diccionario. Y es que, cada vez hay más proyectos relacionados con drones. Desde proyectos desarrollados por grandes compañías tecnológicas, como el Wing Project de Google o el Amazon Prime Air, hasta iniciativas más modestas realizadas por empresas ajenas al sector, como el Paketkopter de DHL.
Pero también se están realizando multitud de proyectos en el mundo académico y de la investigación. En esta ocasión, os traemos una prometedora idea para utilizar drones como ambulancias automatizadas para auxiliar a personas ante emergencias médicas que requieran de tiempos de respuesta mínimos. En concreto, se trata de un proyecto iniciado por Alec Momont, un estudiante de la universidad tecnológica de Delft, en Holanda.
Alec Momont ha desarrollado un prototipo de dron muy ligero, gracias al uso de materiales como la fibra de carbono y la tecnología de impresión en 3D, capaz de volar a una velocidad de 100 km/h, y capaz de transportar un desfibrilador externo automático (DESA) de reducidas dimensiones en su interior. Además, también llevará integrada una cámara y micrófono en su interior para retransmitir la señal por streaming al centro de emergencias, y facilitar que profesionales cualificados guíen a la persona para utilizar el desfibrilador.
Con este sistema, según explica Momont, se podría aumentar el porcentaje de supervivencia de personas con ataques al corazón desde el 20% a casi el 90%. Este aumento se conseguiría al reducir drásticamente el tiempo de respuesta del personal de emergencias, pasando de los 10 minutos de media actuales, a menos de 2, ya que, al recibir una llamada con un posible caso, los servicios podrían activar el dron inmediatamente, el cual recogería la posición de la señal telefónica y GPS del teléfono desde el que se ha llamado, y volaría hasta al lugar del incidente en muy pocos minutos, siguiendo la ruta más recta posible.
Aunque se trata de un proyecto en el ámbito académico y todavía le queda recorrido para llegar a materializarse, la idea propuesta por Momont es muy prometedora y, si logran superarse algunos obstáculos, seguro que resultará de gran utilidad para el auxilio de personas que sufran ataques al corazón.