Google está embarcada en un proyecto para la investigación de la nanotecnología aplicada al mundo de la medicina, gracias al desarrollo de unas nanopartículas que serán capaces de circular por nuestro sistema para la detección temprana de problemas y enfermedades como el cáncer.
Últimamente, Google no para de anunciar proyectos relacionados con el mundo de la ciencia y la salud. Hace poco, Google lanzaba talk with a doctor now, una nueva funcionalidad de Google Now, en fase de pruebas, que nos brinda la opción de comunicarnos con un doctor al realizar una consulta médica en el buscador. En el apartado de productos enfocados a la salud, Google también se ha lanzado al desarrollo de lentillas para medir el nivel de glucosa en las lágrimas.
En lo tocante a la investigación, este verano Google X lanzaba un proyecto muy interesante para recopilar información genética y ayudar a prevenir enfermedades. Y ayer, durante un evento del periódico The Wall Street Journal, Andrew Conrad, director de ciencias de la salud en Google X, anunciaba otro novedoso proyecto, también enfocado a detectar y prevenir enfermedades, pero esta vez a través del uso de la nanotecnología.
El departamento que encabeza Conrad está desarrollando unas nanopartículas magnéticas que serán capaces de recorrer el interior del cuerpo para detectar signos tempranos de problemas o enfermedades y conseguir mayor eficacia en su tratamiento. Estas nanopartículas, que se introducirían en el cuerpo ingeridas en una píldora, recorrerían todo nuestro sistema, acoplándose a células, proteínas y otras moléculas en búsqueda de anomalías que pudiesen provocar futuros problemas (ataques al corazón) o enfermedades como cáncer.
Para poder obtener la información recopilada por estas nanopartículas, de tamaño mil veces inferior al de un glóbulo rojo, Andrew habla de un dispositivo de monitorización en forma de wearable. Se trataría de una pulsera que, al ser también magnética, podría “llamar” a esas nanopartículas que están dispersas por el cuerpo para obtener sus datos, transmitirlos a un sistema informático externo y poder ser controlados e interpretados por los médicos.
El proyecto se encuentra en una fase inicial, y se habla de que no se podrá ver ningún resultado real hasta dentro de 5 años aproximadamente. Además, los investigadores de Google X tienen que hacer frente a varios desafíos técnicos y científicos, como el número de nanopartículas necesario para chequear todo nuestro sistema, o identificar revestimientos adecuados para acoplar las nanopartículas a determinadas células.
Lo que sí queda claro, es que la nanotecnología será una tecnología clave en el campo de la salud y la medicina. De hecho, ya existen otros proyectos en desarrollo como el de Proteus Digital Health, que está probando un nanochip que se metería dentro de las píldoras para controlar la medicación en ancianos y personas con problemas.
