Los riesgos en Kickstarter de los productos relacionados con la salud humana

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Médico tocando a una paciente

En Kickstarter han aparecido proyectos de lo más interesantes, y gracias al crowfunding fue posible que naciera Oculus Rift, un sistema de realidad virtual que…. ¡luego Facebook compró por 2.000 millones de dólares!. También allí nació la consola de bajo coste OUYA, que a día de hoy podemos considerar un fracaso en toda regla, pero que en su momento recaudó más de 8 millones de dólares. El reloj inteligente Pebble pasó de los 10 millones de dólares, y varios juegos (como Broken Age o Star Citizen) también han representado un gran éxito.

A la vista de estos datos, puede parecer que la tecnología es la que domina en el crowdfunding pero, en realidad, aparecen todo tipo de ideas, desde electrodomésticos hasta obras artísticas, pasando por ropa o juguetes. El problema es que, a veces, algunos proyectos van demasiado lejos, y se acercan a campos como la medicina o la biología, en los que la plataforma no ofrece las garantías debidas.

Algunos proyectos polémicos

Lo mejor, sin duda, es echa una ojeada a algunos casos. No se tratan de ningún escándalo, por ahora nadie ha sufrido problemas, pero a mí no me dejan nada tranquilo. En concreto, dos propuestas son las que me desagrada ver en una web de crowdfunding:

Sweet Peach

Melocotones

La verdad es que este concepto no puede estar más rodeado de polémica. La idea principal resulta bastante discutible, puesto que propone modificar el olor de la zona íntima femenina mediante una serie de probióticos que se toman en forma de pastillas. Al menos esa era la idea original, que parece haber sido olvidada a la luz de las discusiones surgidas. Ahora el énfasis se pone en evitar las infecciones bacterianas.

Estos compuestos ayudan a la salud de la flora bacteriana y, por supuesto, se anuncian como completamente inocuos. Además, se insinuó una posible solución para los olores corporales de otras zonas distintas. La teoría suena muy bien, pero no todo el mundo confía en ella.

Kickstarter expulsó el proyecto de su plataforma, pues cree que la biología sintética resulta un campo demasiado polémico a día de hoy. La empresa encargada no se rinde, e incluso habló un compuesto que haría que los excrementos de perros olieran a plátano.

Sprayable Sleep

Sprayable Sleep

Hace poco conocimos este proyecto (gracias a Hipertextual), que pretende acabar con el insomnio de una forma efectiva, saludable y económica. Francamente, cuando leo tantas ventajas en un producto, no puedo dejar desconfiar, sobre todo si resuelve un problema tan común y antiguo.

La idea es que nos rociemos el cuello con melatonina, un compuesto que favorece el descanso, y que ayudará en situaciones como el jet lag o el sueño ligero. La melatonina se usa frecuentemente para el insomnio, pero de forma oral. Los responsables de Sprayable Sleep creen que su presentación resulta más efectiva, daña menos el hígado y sale más barata.

Estos mismos emprendedoras ya habían lanzado un spray de cafeína exitoso, y para su nueva empresa ha recaudado más de 100.000 dólares, a pesar de que inicialmente pedían sólo 15.000 dólares.

¿Cuál es el problema?

El problema es que tanto Sweet Peach como Sprayable Sleep se acercan demasiado a la idea de medicamento. ¡No, no son medicamentos! Sus creadores nunca los llamarían de esa manera, porque eso supondría que tendrían que pasar por un infierno regulatorio que elevaría los costes y podría dar al traste con el proyecto.

En estos casos se suele hablar más bien de un “complemento alimenticio”, que es una forma de eludir responsabilidades. ¿Son estos productos compuestos alimenticios? No sé qué dirá la ley (más bien, las leyes de montones de países distintos) pero, si a mí un compuesto me promete que me va a hacer dormir, me parece una medicina. Trata un problema de salud concreto y promete unos resultados. Si estamos ante un producto que modifica el olor que generan nuestras bacterias, el tema me parece más serio todavía.

ADN medicina

¿Qué riesgos corro?

Es poco probable que sufras un problema de salud por rociarte con melatonina, que parece un compuesto seguro. Pero sí ese producto fuera un medicamento, tendría que pasar por unos ensayos en los que demostrase un tanto por ciento de efectividad. Podría ser bajo, pero estaría documentado. Y aquí es donde veo el problema: en la web de Kickstarter no se cita ningún estudio que confirme la eficacia de la melatonica tópica. Sus creadores son científicos, pero no parece que nadie haya controlado los ensayos realizados (si realmente se hicieron).

Está claro que la industria farmacéutica y sus regulaciones sufren muchos fallos, pero me parece mejor confiar en ellas que ir a ciegas.

En el caso de los probióticos para cambiar el olor corporal, el asunto me parece más complicado. Obviamente, en este caso es más fácil percibir el efecto. Pero… ¿ocurre en todo el mundo o sólo en determinadas personas? La verdad es que no dudo de sus creadores, y me parece perfectamente posible que estemos ante un producto seguro, pero me gustaría que alguien lo confirme.

En principio los probióticos usados son inocuos, pero se modifica su composición para cada mujer. Además, Sweet Peach también evita infecciones en las zonas más delicadas de la mujer (de hecho, es el única efecto que ahora se publicita). Eso sí, a este respecto nos ofrecen datos científicos, aunque no del producto concreto. ¿Por qué no un ensayo clínico que disipe todas las dudas?

Logo y web de Kickstarter

¿Qué debemos hacer?

No soy científico, no he estudiado a fondo estos productos y no puedo dar un consejo completamente fundado. Pero, la verdad, yo no me tomaría nada salido de un sitio de crowdfunding. No critico a la gente que lo hace, hay personas que recurren a hierbas medicinales sobre las que no existen evidencias de su eficacia. La opinión de cada uno es respetable, pero yo prefiero comprar somníferos en la farmacia. Está claro que, habiendo personas quien cree en la homeopatía, en Kickstarter podemos confiar mucho más.

Así que no pretendo ser alarmista, ni decir que estos productos representan un peligro. Sólo los veo fuera de lugar en Kickstarter, y opino que nunca está de más que desconfiemos cuando nos prometen tanto por tan poco.

¿Qué piensas de este tema? ¿Crees que soy receloso en exceso y que no hay que dudar de la responsabilidad de los fundadores de estos proyectos, o consideras que es mejor no llevarse una decepción con algo que no sabemos si va a funcionar?

Archivado en Biología, Kickstarter, Medicamentos, Salud
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