La historia del cine ha avanzado dejando escenas memorables a su paso. Todos recordamos alguno de esos momentos memorables que dejaron tras de sí una mítica frase o una genial interpretación.
Sin embargo, a pesar de su excelencia, no todas las grandes escenas son fruto de un preparado guion. La improvisación nos ha regalado algunos de las secuencias más brillantes del cine y en este post recogemos algunos de ellos.
Malcom McDowell en La naranja mecánica
Stanley Kubrick, director de la película, era muy exigente y hacía repetir muchas veces las escenas más importantes. Una de esas secuencias fue el ataque a la casa del escritor y su esposa, protagonizada por la violencia y la depravación. Kubrick la hizo repetir varias ocasiones, pero, tras no obtener los resultados esperados, acabó por dejar improvisar a Malcom McDowell. El genial actor optó por interpretar, con baile incluido, Singing in the rain, dando lugar a una más que conocida secuencia.
Marlon Brando en El Padrino
Nadie podría olvidar la escena de presentación del protagonista. Aunque no estaba previsto, el actor quiso aparecer ante la cámara con un gato. Francis Ford Coppola, novato por aquel entonces, dejó actuar a Brando y permitió así la grabación de una magistral escena que dio comienzo a una de las películas más celebradas de la historia del cine.
Robert De Niro en Taxi Driver
La compenetración y complicidad entre el actor y Martin Scorsese dio pie a una escena improvisada en la que todo se decidió sobre la marcha. Las palabras del personaje interpretado por De Niro surgieron espontáneamente en una secuencia que años más tarde sería imitada hasta la saciedad.
Jack Nicholson en El Resplandor
La secuencia, cargada de violencia, se centra en la persecución del escritor a su esposa con un hacha que acaba atravesando la puerta del baño. Fue entonces cuando Nicholson pronunció una frase que pocos entendieron: “Aquí esta Johnny”. Aunque su personaje se llamaba Jack, la frase era muy popular en la televisión, ya que abría el programa The Tonight Show con Johnny Carson.
Julia Roberts en Pretty Woman
Una de las escenas más emotivas de la película comienza con una improvisada broma de Richard Gere, que extiende la caja de un collar y la cierra de golpe. El gesto, que no estaba previsto, provocó a Julia Roberts una espontánea carcajada que conquistaría al director y acabaría formando parte de la película.
Anthony Hopkins en El Silencio de los Corderos
La secuencia está incluida en uno de los primeros encuentros entre Jodie Foster y Hopkins. Cuando la joven agente del FBI acaba su texto, el actor relata cómo se comió a alguien que intentó analizarlo, a lo que añadió una inquietante mueca que sorprendió a su propia compañera de reparto.
Heath Ledger en The Dark Night
Aunque Christopher Nolan no es un director cómico, permitió a Ledger improvisar. El actor que dio vida al Joker tiró de humor negro en medio de una destrucción masiva organizada por el enemigo de Batman. La secuencia en la que él mismo se sobresalta fue fruto de su naturalidad actuando.