Es el sueño de cualquier empresario: disponer de mano de obra barata, sin derechos de ningún tipo, a la que contrata sólo cuando la necesita y a la que no paga si no hace el trabajo como le gusta. Puede parecer algo propio de la Edad Media, pero exactamente esto es lo que ofrece Amazon con su servicio Mechanical Turk a quien necesite un procesamiento de datos que requiera intervención humana. Bajo la excusa de ofrecer flexibilidad máxima a las organizaciones, han creado un sistema de explotación laboral sorprendente, y eso que Amazon ya fue acusada de abusos laborales en más de una ocasión.
Así que vamos a ver qué es el servicio Mechanical Turk (que conocemos gracias a Hoja de Ruta), comprobaremos que ofrece ventajas indudables a cualquiera que necesite manejar muchos datos, pero veremos que su éxito depende de la miseria de las personas que se ven obligadas a aceptar este “trabajo”. Comienza nuestro viaje por el lado más precario de la red de redes:
¿Qué es un “turco mecánico”?
El nombre de Mechanical Turk proviene de un ingenio del siglo XVIII, en el que una especie de robot con aspecto de turco jugaba al ajedrez con gran maestría. Aunque su creador aseguraba que el sistema era completamente mecánico, en su interior se escondía un experto en ajedrez que llevaba a cabo los movimientos. El servicio de Amazon se basa en el mismo principio, ya que parece que todo se realiza de forma automática, pero realmente esas tareas no las puede ejecutar un ordenador, y se encarga una persona.
Esa persona es el “turco mecánico” de Amazon, que accede a la página desde su hogar y completa las peticiones usando las herramientas que el cliente le ofrece. Si lo hace bien y demuestra ciertas habilidades podrá acceder a trabajos mejor remunerados (siempre elige el cliente lo que paga), e incluso logrará transformarse en un “Master” y cobrar un 20% extra. Eso sí, si el que encarga el trabajo no está satisfecho, no pagará nada, y el trabajador tienen difícil reclamar.
Tareas aburridas
En general, al servicio Mechanical Turk llegan tareas repetitivas y trabajosas de las que no se puede hacer cargo una máquina. Por ejemplo, moderar fotografías de algún tipo de servicio web, o escuchar un audio y transcribirlo. También temas relacionados con la inteligencia artificial, como describir una fotografía o leer un texto y extraer la información clave. Muchas veces los turcos mecánicos deben decidir si un contenido multimedia es legal, y se encuentran con imágenes extremadamente desagradables.
Estos trabajos los podrían realizar trabajadores de las compañías que contratan el servicio, pero los costes subirían: sueldos mayores, derechos laborales, vacaciones… Así que escogen este servicio de Amazon, al que se suelen referir como el crowdsourcing del trabajo. Las ventajas son muchas, ya que la disponibilidad de trabajadores es continua e inmediata, y se puede aumentar o reducir su número al instante.
Sueldos de miseria
La disponibilidad del trabajo parece garantizada: a pesar de que hay más de 500.000 turcos mecánicos de 190 países, se suelen encontrar bastantes tareas para realizar. Pero lo que se cobra por ellas es ridículo. El cliente debería pagar 10 céntimos de dólar por cada acción que lleve un minuto, más el 10% de comisión para Amazon. En este caso hablaríamos de 6 dólares la hora, cuando el salario mínimo en Estados Unidos es de 7,25 dólares la hora, y con ese sueldo apenas se puede vivir.
Pero es que la realidad es distinta, muchas tareas se pagan a 1 céntimo, y lo que tarda cada una en realizarse resulta variable. En general, las remuneración puede cambiar mucho de un día a otro, pero quien se dedica a esto dice que suele esperar obtener en 10 dólares y 20 dólares por jornada. Obviamente, sin vacaciones, sin derechos laborales, sin acceso a la sanidad…
Quienes trabajasen de forma legal en esto deberían pagar los impuestos correspondientes en Estados Unidos, y en España tendrían que abonar la cuota de autónomos, aunque es dudoso que sacaran suficiente para hacerlo. Por supuesto, ni Amazon ni sus clientes se preocupan de la situación legal de sus trabajadores, sólo de sus propios beneficios.
¿Por qué hacerse turco mecánico?
Las razones son muy variadas, desde enfermos que se entretienen así por no poder salir de casa hasta personas con antecedentes penales que no tienen fácil acceder a otro puesto, Pero, en general, está claro que quien escoge este trabajo es porque no tiene otro mejor, y se trata de una prueba de hasta qué punto impera la precariedad en el mercado laboral.
De todas formas, para personas de otros países la idea tiene más sentido. Las cifras que se pagan pueden resultar muy bajas en Estados Unidos o en España, pero para la India se vuelven más atractivas. Así que no es extraño que muchos encargos los acepten desde países en vías de desarrollo, aunque algunos clientes ponen limitaciones geográficas para salvaguardar la calidad del trabajo.
Turking for respect, el documental
Sobre estas líneas puedes echar un vistazo al documental Turking for respect dirigido por Bassam Tariq y que dura menos de cinco minutos. Trata esta problemática entrevistando a los afectados… que realmente colaboraron tras ser contratados por medio de Mechanical Turk de Amazon. Estamos ante un vídeo muy interesante, que demuestra que imperios como Amazon se levantan gracias a la precariedad laboral extrema y a la explotación de los menos favorecidos de nuestra sociedad. Desde luego, da bastante que pensar que Amazon regale apps que cuestan decenas de euros y luego haga estas cosas.
Así es como Mechanical Turk de Amazon llega a donde las empresas de trabajo temporal y las sucesivas reformas laborales no se habían atrevido: un trabajador anónimo, sin derechos, explotado de forma extrema y que no sabe ni lo que cobrará al día siguiente. La verdad, tras ver como en España se han bloqueado páginas como The Pirate Bay, creo que con mucha más razón Mechanical Turk debería estar fuera de la ley y haber sido restringida por parte de los proveedores de Internet.
¿Qué opinas de este tema? ¿Consideras que Mechanical Turk representa una herramienta increíble para el tratamiento de datos, o más bien una vergonzosa forma de aprovecharse de los desempleados?