Parece que fue ayer cuando Apple presentó el servicio de música en streaming dispuesto a hacerle la competencia a Spotify, pero la verdad es que ya han pasado 3 meses desde su lanzamiento y a muchos usuarios ya se les ha acabado el período de prueba del servicio que ofrecía la compañía de la manzana.
A principios de julio, hubo una tensión bastante grande entre Apple Music y Taylor Swift, que se quejaba de que los artistas no eran pagados por los primeros 3 meses de prueba, y que por tanto era como si trabajasen gratis para ofrecer sus canciones a los fans. Nosotros ya hablamos de este tema cuando sucedió, y además pudimos ver la estrategia empresarial que había detrás de este servicio ofrecido por Apple.
Pero poco se habló sobre el trato que Spotify tenía con sus artistas, y es que tampoco es que sus condiciones sean las más favorables para los pequeños cantautores que deciden subir sus canciones a la plataforma. En el Confidencial podemos leer como las canciones que más reproducciones tienen no consiguen tanto dinero como puede parecer o como se podría llegar a conseguir con un contrato negociado de otra manera.
5.600 dólares por una de las canciones más reproducidas de Spotify
Con 178 millones de veces reproducida, “All about that bass”, una canción de Meghan Trainor, fue de las canciones que más sonaron en la plataforma, consiguiendo llegar a número uno en 78 países. Se trata de una gran cifra y que pocos artistas pueden presumir de tener. Hay algunos que ni sumando todas las reproducciones de sus canciones llegan a alcanzar la mitad de ello.
Sin embargo, la cantidad de dinero que ingresó el artista fue de 5.600 dólares. Desmotiva bastante obtener tantas visitas y que tanta gente escuche tus canciones e ingresar tan solo esta cantidad de dinero. Estamos hablando de una persona que se dedica profesionalmente a ello, y con este ingreso no se puede llegar a mantener uno mismo durante un año, y mucho menos una familia.
Gran parte de la culpa la tiene Spotify, con los contratos que negocia con los artistas. El problema es que se pagan entre 0,006 y 0,0084 dólares por cada reproducción, pero el pago se puede ver reducido a una tercera parte una vez descontada la fracción que se lleva la discográfica. Lamentablemente, tampoco se puede hacer demasiada cosa, porque Spotify necesita pagar servidores, trabajadores y publicidad, así que para ofrecer unos precios más atractivos para los artistas, se debería subir el precio que pagan los suscriptores, o bien, aumentar la frecuencia con la que aparece publicidad a los usuarios que no pagan.
Pocos consumidores están dispuestos a aceptar esto, se debería estudiar bien la disponibilidad a pagar de estos usuarios y luego ver si sería rentable o no. Se trata de una ley tan fácil como la de oferta y demanda, además de otras variables añadidas que la plataforma pueda ofrecer, pero tenemos que preguntarnos si queremos pagar más solo para ayudar a los artistas a ganar un poco más de dinero.
Los conciertos son la principal fuente de ingresos
Ya hace mucho tiempo que los artistas se sostienen económicamente por los conciertos que dan en diferentes ciudades con sus tours. Incluso cuando se vendían CDs, los ingresos que se recibían eran muy bajos, donde la mayor parte del precio se iba en forma de impuestos y de costes de distribución. Ahora estos últimos son inexistentes, pero es por eso que como consumidores exigimos pagar un precio más bajo.
Solo hay que mirar el dinero que recogen estos artistas de actuar en un concierto con miles de personas y cobrando entrada a cada asistente. El precio es proporcional a lo conocido que sea el artista o grupo, así que un concierto de Muse con millones de personas asistentes y pagando 50 euros por cabeza, mueve mucho dinero. Además, los asistentes se comprarán el CD y escucharán las canciones solo para aprenderlas de cara al concierto, por lo que estos ingresos se deberían tener en cuenta también.
Además también debemos tener en cuenta el merchandising y los productos que se venden en nombre del grupo. Los fans más fieles son los que compran objetos como camisetas, sudaderas o gorras, y muchos artistas sacan grandes cantidades de dinero gracias a esto y a promociones comerciales con marcas. Las formas de financiación como grupo son bastante extensas y van más allá de cualquier plataforma de streaming de música, tan solo debemos pararnos a pensar en la manera que queremos ayudarles.
Finalmente, y a modo de reflexión, pienso que hasta ahora nunca se había hablado sobre lo que cobran los artistas por canción. Estamos en un mundo muy hipócrita en el que parece que si ganan mucho no se lo merecen y que si ganan poco nos sentimos mal como consumidores. Parece que ahora sí que nos importa su propio bienestar y mucha gente se declara en contra de Spotify o Apple Music por no apoyarlos. No obstante, siempre es mejor escucharlos mediante estas plataformas que tener que acudir a la piratería.
¿Qué opinas? ¿Crees que se debería replantear la manera como se financian los artistas o que debemos dejar las cosas tal y como están ahora?
