En la actualidad, una de las grandes preguntas que se hacen los usuarios de aviones constantemente es la de por qué no se ofrecen vuelos baratos a otros continentes. No son pocos los pasajeros europeos que tienen grandes deseos de ir a Estados Unidos o a América del Sur y no se lo pueden permitir por el elevado precio de los billetes. Si empezamos a sumar el precio de facturar maletas y las tasas de aeropuertos, es muy difícil encontrar un vuelo por menos de 600 euros.
Está claro que en temporada baja y reservando el avión con muchos meses de antelación, podemos encontrar una gran oferta que nos atraiga, pero por norma general este no es el caso. En los vuelos de bajo coste dentro del continente europeo, no hace falta estar pendiente de los precios mucho tiempo antes de irse, ya que se pueden mirar 1 mes antes y depende del lugar, si tiene mucha oferta de compañías, se puede volar por unos 60 euros ida y vuelta.
Así pues, para contestar a la pregunta recurrente de muchos pasajeros, he decidido hacer este artículo hablando sobre los problemas que muchas operadoras de bajo coste se encuentran al intentar expandirse a otros mercados internacionales. Es cierto que Ryanair ha prometido hacerlo en el corto plazo, pero para poder realizar esta estrategia, se necesitan tener en cuenta muchas variables.
Ofrecer servicios operativos en contra de su estrategia de negocio
Para ofrecer un vuelo intercontinental, lo primero que se necesita tener en cuenta es la diferencia horaria entre los países de origen y de destinación. Se debe considerar que esta diferencia horaria obligará a la compañía ofrecer al menos una comida, así como pagar tasas por volar en horario nocturno. Sin embargo, esto no es el único gasto que comporta, ya que también se deben contar con los gastos de personal que conlleva en término de visados, alojamiento y comida.
También significa que debemos considerar los gastos de los aviones. A parte de más combustible, se necesita un avión que pueda albergar a más gente, además de asientos más cómodos para que la gente pueda soportar bien la duración del vuelo, sin la necesidad de reclinar el asiento del avión. Y si antes hablábamos de que los vuelos en el mismo continente se pueden reservar con poco tiempo de antelación, los intercontinentales no, ya que las personas deben considerar un tiempo prudente para hacerse cargo de visados y otros papeles necesarios para entrar en el país.
Y por último, y no por ello menos importante, los servicios logísticos, las compañías de bajo coste se caracterizan por un trato muy estricto con el equipaje, obligando a pagar enormes cantidades de dinero para poder facturarlo. Es por ello que muchos pasajeros deciden prescindir del equipaje, pero eso es muy complicado en un vuelo de estas características. La necesidad de facturar más equipaje y más pesado, entorpece las operaciones logísticas en el aeropuerto.
Pero hay algunas alternativas
En Europa aún no existen este tipo de vuelos, pero en Asia y Oceanía se trata de una práctica muy común. Muchas aerolíneas tradicionales que se dedican principalmente a transporte intercontinental, deciden crear una empresa nueva, que ofrezca estos servicios pero a precio rebajado. Es el ejemplo de Jetstar Airways, filial de Qantas en Australia y el de Air Asia X, filial de Air Asia en Malasia.
Lo que estas compañías hacen es aprovechar los servicios de bajo coste para ofrecer billetes intercontinentales a precios reducidos. Para conseguir esto utilizan diferentes métodos, uno de ellos es no dar comidas a bordo de manera gratuita, sino que los pasajeros tienen que comprarlas, además de otras operaciones que caracterizan a las aerolíneas de bajo coste frente a las tradicionales.
De momento parece que el modelo funciona bastante bien. El único problema es que pertenecen a empresas que desde siempre se han dedicado a primar el servicio por encima de todo, por lo que a veces la dirección general puede tener problemas para operar ambas compañías. La clave de ello está en asegurarse de separar absolutamente todas las operaciones entre una compañía y otra, para tratarlo como a un un grupo diferente.
Veremos si llegan pronto este tipo de vuelos de bajo coste a Europa, aunque dada su complejidad veo difícil que podamos implantarlo en algún momento pronto en el futuro. Quizá Ryanair nos sorprende y vemos como lanza una estrategia de vuelos intercontinentales, pero en mi opinión, creó que tardará en llegar.