Desde los comienzos de nuestra historia, el hombre ha intentado comprender el mundo que le rodea. Lo ha investigado en todos sus ámbitos y de diversas maneras. Sin embargo, con el paso del tiempo, nos hemos ido encontrando con cuestiones a las que no hemos podido responder.
Entre estos misterios de la ciencia, se encuentran algunos que siguen siendo estudiados hoy en día, y de los cuales no sabemos si obtendremos respuestas. Hoy en Xombit os traemos algunos de los más interesantes.
El genoma humano
A finales de los años 90, un grupo de científicos que llevaban muchos años trabajando, lograron un hito. Descubrieron la secuencia del genoma humano. Para sorpresa de los investigadores, el número fue mucho menor de lo esperado.
Mientras que se esperaba un número de genes superior a los 100.000, el ser humano apenas posee 25.000 genes distintos. ¿Cómo es posible que tengamos el mismo número de genes que algunas plantas? ¿Cómo es posible que apenas tengamos 10.000 genes más que una mosca?
¿Hay vida ahí fuera?
A pesar de nuestra tecnología, y del tiempo que llevamos intentando captar algún tipo de señal del exterior, aún no tenemos nada. Hace alguna semanas traté el tema de nuestra soledad en el cosmos en profundidad, pero me parecía oportuno mencionarlo aquí de nuevo.
Disponemos de varios satélites enviados al espacio, que han viajado durante años, peinando el cosmos en busca de algún indicio de vida. Incluso estamos en Marte recogiendo diversas muestras. Sin embargo, nada. Excepto la misteriosa señal “Wow”. Aún tendremos que esperar bastante tiempo para saber más sobre esta incógnita.
El acantilado de Kuiper
Si viajaras a la zona más externa del Sistema Solar, cerca de Plutón, encontrarías algo sorprendente. Tras cruzar el cinturón de Kuiper, te toparías con el llamado “acantilado de Kuiper”.
Tras pasar una zona llena de asteroides helados y cometas, no hay absolutamente nada. La densidad de los objetos desciende bruscamente y encuentras la nada más absoluta.
Una posible respuesta podría ser la existencia de un enorme planeta, lo suficientemente grande como para haber atraído a todos esos cuerpos hacia su órbita. Por ahora nadie ha conseguido encontrar ninguna prueba de la existencia de ese planeta.
El llamado “The Bloop”
Corría el año 1997, y un submarino estadounidense se encontraba cerca de las costas de Chile. Estábamos en plena Guerra Fría y su misión era interceptar posibles comunicaciones de submarinos soviéticos.
Sin embargo, no fue una transmisión rusa lo que captó. Un extraño y escalofriante sonido subsónico se estuvo escuchando durante 7 minutos, y a muchos kilómetros a la redonda. Puedes escucharlo aquí. Hoy día, aún no se sabe que fue lo que provocó aquella transmisión.
Aún hay más
Muchos más misterios siguen sin ser resueltos y es muy posible que sigan así siempre. Poco a poco vamos conociendo más de nuestro mundo pero está claro que hay cosas que nos quedan, por ahora, demasiado grandes.