El puente más alto del mundo ha necesitado mil ingenieros y técnicos y tres años en total para llevarse a cabo. Un hito de la ingeniería mundial situado en la provincia china de Guizhou y que será abierto al público probablemente a finales de año, según la cadena nacional CCTV.
El puente que desafía a la gravedad
El puente Beipanjiang, como ha sido bautizado, fue terminado el pasado 10 de septiembre cuando los ingenieros chinos acabaron de unir los dos extremos del puente. Los datos de esta bestial infraestructura impresionan: se encuentra a 565 metros de altura sobre el cañón del río Nizhu, en el sur del país asiático (equivalente aproximadamente a un edificio de 200 plantas).
Desde el punto de vista económico, el puente ha costado alrededor de 150 millones de de dólares, como podemos leer en Univisión . Con estos datos, Beipanjiang se ha convertido en el puente más alto por la distancia vertical que existe entre la superficie de éste hasta la del agua situada inmediatamente debajo de su arco.
Por él discurrirá la autopista que unirá, salvando el valle Beipanjiang, la ciudad de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, con Ruili, en la provincia de Yunnan, situada al suroeste del país.
Gizhou, la provincia china que posee siete de los diez puentes más altos de China
Su contrucción en un ambiente tan escarpado y elevado como es el valle de Beipanjiang y en un periodo tan mínimo lo convierte en una obra de ingeniería china digna de admiración. Con su construcción, como podemos leer en ABC, se desbanca al puente que ostentaba el título de puente más alto hasta el momento: el puente de Sidu, también situado en este país asiático y situado en la provincia central de Hubei.
China es un país de records en ingeniería. Hace poco, el 20 de agosto, también inauguraron el puente acristalado más alto y más largo del mundo. Situado en el parque natural de Zhangjiajie y con 430 metros de longitud y 300 de altura también presume de datos estratosféricos: tiene seis metros de ancho y 99 paneles con tres capas de cristal y está preparado para que circularan por él hasta 800 personas a la vez.
Seguramente habrás visto los vídeos que circulaban por las redes sobre gente que golpeaba con mazos el increíble cristal. Lo más irónico de todo, es que ha sido cerrado por la influencia masiva de personas que lo visitaban cada día desde su inauguración.
China, con estos ejemplos, demuestra su interés por una red de infraestructuras a la altura de una población en auge y que en un futuro superará los 1.400 millones de habitantes.
