El cambio climático está detrás de una gran cantidad de acontecimientos que hemos visto recientemente. Por nombrar algunos: el huracán Matthew, las altas temperaturas del 2016… Pues bien, también será responsable, según los científicos, de hacer más largos y movidos los vuelos transatlánticos.
Hace poco se conseguía un récord entre Nueva York y Londres: un avión tardó únicamente 5 horas y 16 minutos en realizar esta ruta. Casi media hora menos de la media de los últimos 20 años de los vuelos transatlánticos entre estas dos ciudades. Este hecho se debe a la variación de las temperaturas y convertirá este eventual acontecimiento en lo más habitual.
El aumento global de las temperaturas trae consigo una variación en las grandes corrientes de aire (jet stream, en inglés). Como podemos leer en El País, esta variación de las corrientes produjo un inusual viento que benefició al avión que cubrió la ruta Nueva York-Londres en un tiempo récord. Sin embargo, según Paul Williams, meteorólogo de la Universidad de Reading (Reino Unido), esto sólo beneficia a los aviones que van hacia el este.
Así, al igual que la jet stream (que circula hacia el este) beneficia a los aviones que se dirigen hacia Londres, perjudica a todos aquellos que realizan la ruta inversa, es decir, los que van a América. Según simulaciones de Williams, en un futuro los aviones con destino al Reino Unido tendrán 4 minutos menos de viaje. A diferencia de los que van a Estados Unidos, que se retrasarán 5 minutos aproximadamente.
Un único minuto no parece gran cosa, pero para la gran cantidad de vuelos que cubren esta ruta diariamente significa una gran cantidad de kilogramos de CO2 extra expulsados a la atmósfera. Según Aviación Civil, por cada kilogramo de fuel se generan 3,16 de CO2 aproximadamente.
Turbulencias, vuelos intranquilos y movidos, problemas a la hora de despegar, más limitaciones en el peso… son algunas de las consecuencias del cambio climático. ¿Dejará el avión de ser el medio de transporte más seguro?