Recientemente informábamos sobre las tretas que Coca-Cola y Pepsi habÃa empleado para sobornar a organizaciones y universidades para que suavizaran sus crÃticas sobre los efectos nocivos del azúcar. Pues bien, ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado a los paÃses a instaurar un impuesto sobre las bebidas azucaradas para luchar contra la obesidad y la diabetes.
El impuesto propuesto por esta organización mundial es del 20%, con el que cree que se reducirá el mismo porcentaje la venta de estas bebidas.
Como recordábamos en ese artÃculo, una única lata de Coca-Cola aportaba al organismo el 140% de la cantidad diaria recomendada de azúcar. Una cantidad desorbitada que afecta directamente a nuestra salud.
Francesco Branca, director de Nutrición, Salud y Desarrollo de la OMS, recomienda mantener el consumo de los azúcares libres por debajo del 10% del total del consumo diario energético. Este tipo de azúcares, como la glucosa o la fructosa, se añaden artificialmente a las bebidas o comidas y están relacionadas con el aumento de la obesidad y la diabetes.
AsÃ, con el aumento de los impuestos en este tipo de productos, como podemos leer en El PaÃs, se podrÃan salvar vidas por dos motivos:
Con el aumento de los impuestos se reduce el consumo, en aproximadamente un 20%.
Al recaudar más impuestos se puede afrontar mejor los gastos sanitarios para combatir las enfermedades cardiovasculares derivadas de la obesidad y la diabetes.
Hablemos de porcentajes. Un tercio (el 33%) de los adultos a nivel global tiene sobrepeso. Sin embargo, la situación es especialmente preocupante en los niños. En un quindenio, el número de niños de menos de cinco años con sobrepeso u obesidad se ha incrementado en 11 millones, alcanzando los 41 millones. Una auténtica epidemia del siglo XXI.
México, por ejemplo, ya introdujo un impuesto de este tipo, notando rápidamente una reducción del consumo de las bebidas azucaradas. HungrÃa tiene un impuesto no solo a las bebidas, sino a los productos con alto nivel de azúcar, sal o cafeÃna.
La alimentación, a diferencia de las investigaciones sobornadas de Coca-Cola, sà tiene una relevancia fundamental en nuestra salud. Hemos de tener cuidado con lo que comemos y , sobre todo, las cantidades que ingerimos.