Los últimos meses de Snapchat no han sido los mejores. La aplicación perdió crecimiento tras la llegada de Instagram Stories, ya que los usuarios comenzaron a perder interés en el servicio del fantasma y se pasaron a la nueva plataforma. El objetivo de Snapchat ahora es intentar que sus usuarios no se vayan con nuevas características en futuras actualizaciones.
Mientras que Snapchat no experimenta buenos resultados en cuanto a los usuarios, Snap, la empresa matriz, se ha atrevido a salir a Bolsa. El aterrizaje de Snap en Wall Street tuvo lugar el pasado 2 de marzo y desde entonces el valor de la compañía no ha dejado de variar, tanto para bien como para mal.
El estreno de Snap en Bolsa no pudo ser más exitoso. En su primera jornada la compañía de Evan Spiegel y Bobby Murphy tuvo una subida del 44%, por lo que cada acción alcanzó un valor de 24,48 dólares. En esa primera jornada el valor llegó incluso a alcanzar los 26 dólares, una gran cifra si la comparamos con los 17 dólares por acción que había estimado Snap en la noche del miércoles, como leemos en Expansión.
Snap se llegó a revalorizar incluso un 59,3% durante sus dos primeros días en la Bolsa. Sin embargo, el pasado lunes 6 de marzo no fue una jornada positiva para la empresa. Snap sufrió su primera caída en Wall Street, ya que el valor de sus acciones descendió un 12% según Recode y se situó en los 23,82 dólares, algo inferior a lo alcanzado en su primer día de valoración.
Debemos tener en cuenta que Snap había fijado la acción en 17 dólares su Oferta Pública Inicial (OPI), por lo que el valor actual es de un 40% superior. Snap ingresó 3.400 millones de dólares con su salida a Bolsa, ya que logró ofrecer 200 millones de acciones.
Lo normal sería que el precio de Snap bajase durante las próximas fechas tras el interés inicial. La empresa tiene que volver a impulsar Snapchat para mantener también los buenos resultados y ya está pensando en nuevos proyectos, como el desarrollo de un dron capaz de publicar fotografías y vídeos directamente en la red social.
