A veces, en nuestro día a día, llevamos a cabo hábitos que pueden resultar dañinos para nuestro cerebro. Muchas veces, ni siquiera sabemos el alcance que pueden tener estos perjuicios, por lo que nunca está de más recordarlos, o conocerlos por primera vez.
Hoy aquí, en Xombit, hablaremos de algunos de estos comportamientos, y de las consecuencias que conllevan. Normalmente se habla de los efectos que estos producen en nuestro organismo en general, pero hoy hablaremos desde un punto de vista más concreto, desde el punto de vista de nuestro cerebro.
Demasiado alcohol
Esta sustancia actúa como inhibidora de muchas de nuestras capacidades cerebrales. Bloquea a las llamadas funciones ejecutivas, esenciales para la toma de decisiones y el control de nuestras actos. Encontrándose estas mermadas, tendemos a llevar a cabo conductas arriesgadas.
Por si fuera poco, el alcohol también afecta a muchas de nuestras capacidades motoras, disminuyendo desde nuestro equilibrio hasta el control de nuestras extremidades.
No comer adecuadamente
Sabemos que no llevar una dieta sana es perjudicial para nuestra salud, en general, pero en este caso veremos cuáles son algunos de los perjuicios concretos para el cerebro. Este necesita energía, sin la cual no puede llevar a cabo un funcionamiento correcto.
El azúcar es el principal aliado de nuestro cerebro, por lo que no aportar esta sustancia en cantidades suficientes puede conllevar desde mareos hasta desmayos. Por otro lado, y como suele ser habitual, un exceso tampoco resulta beneficioso.
Fumar
Como sabemos, fumar es perjudicial para nuestro organismo. Sin embargo, y a pesar de que siempre acaparan toda la atención, nuestros pulmones no son los únicos afectados por este hábito. El cerebro también se ve gravemente perjudicado.
Los componentes que forman parte de los cigarillos afectan a zonas relacionadas con la memoria, el lenguaje y la atención. Además, la nicotina activa el llamado sistema de recompensa cerebral, implicado en las adicciones a drogas.
Frecuentar ambientes contaminados
Igual que los compuestos químicos presentes en los cigarillos, aquellos que nos encontramos en nuestro día a día también resultan perjudiciales para el cerebro humano. Uno de los contaminantes más presentes en nuestra vida es, sin duda, el dióxido de carbono.
Respirar este gas reduce la cantidad de oxígeno que llega hasta nuestro cerebro. En casos extremos, esto puede causar el fallo de múltiples zonas cerebrales, llegando a ser letal.
Malos hábitos de sueño
Dormir adecuadamente es tremendamente esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y especialmente para nuestro cerebro. Al contrario de lo que se suele pensar, este no se desconecta mientras dormimos, sino que realiza múltiples tareas que no pueden ser llevadas a cabo mientras estamos despiertos.
Es por esto que alterar los ciclos de sueño considerados normales puede afectar a muchas de nuestras capacidades cognitivas, incluso destruyendo muchas de nuestras redes neuronales. Si quieres saber más, hace bien poco que ahondamos en las consecuencias de no dormir lo suficiente.
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Y tú, ¿llevas a cabo estos hábitos en tu día a día? No olvides dejar tu comentario.
