El popular consejo de respirar para eliminar el estrés tiene basamentos científicos que han sido descubiertos recientemente y están relacionados con el marcapasos que utiliza el cerebro para respirar. Los descubrimientos de los investigadores proporcionan una explicación científica sobre por qué la hiperventilación nos hace ansiosos y cómo la respiración puede calmarnos lentamente.
El hallazgo de este vínculo se realizó de forma accidental por científicos de Universidad Stanford, quienes en principio querían identificar neuronas clave involucradas en la generación del ritmo respiratorio. Al profundizar en estas investigaciones se espera devenir en terapias adecuadas para aliviar trastornos de ansiedad, estrés y depresión. El estudio fue publicado en a revista científica Science.
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Cómo la respiración ayuda a calmar la mente
Los hallazgos provenientes de la investigación indicaron que en el cerebro existe una pequeña área de neuronas que vigila cómo respiramos y envía esta información a otra parte del cerebro; responsable del estado mental. En un experimento con ratones, investigadores de la Universidad Stanford (EEUU) encontraron que si estas neuronas morían, los animales alcanzaban un gran estado de relajación y reducían su sentido de alerta. En otras palabras, encontraron el circuito neural que nos causa ansiedad cuando respiramos rápidamente, y porqué nos calmamos cuando respiramos lentamente.
Los lazos entre estas neuronas y las estructuras del tronco cerebral tienen diferentes aplicaciones prácticas. Muchas personas ya utilizan pranayama, los ejercicios de respiración meditativa que se encuentran en varias variedades de yoga, con el fin de entrar en un estado de calma emocional.
Al cambiar los patrones de respiración, podemos cambiar nuestros estados emocionales y cómo pensamos e interactuamos con el mundo. Es una herramienta muy poderosa para las prácticas psicológicas.
Sin embargo y a pesar de los avances, los científicos advierten que se necesita mucho más trabajo antes de que los hallazgos del estudio sean plenamente aplicables a los humanos. En parte, esto se debe a que no se pueden eliminar los nervios en los seres humanos.