No han transcurrido ni tres meses desde que informamos sobre la demanda que Alphabet interpuso contra Uber por robo de tecnología. Actualmente los coches autónomos son uno de los sectores más importantes del mundo tecnológico y son numerosas las compañías que han desarrollado su propia tecnología. Sin embargo, parece que Uber prefirió acceder a los datos de Alphabet para imitar su progreso.
Así lo notificó Alphabet ante la justicia de Estados Unidos el pasado febrero, cuando denunció a la empresa de transporte colaborativo y publicó una nota de prensa justificando su postura. En concreto la denunciante es Waymo, empresa perteneciente a Alphabet que se encarga de desarrollar las tecnologías de los coches sin conductor.
“Descubrimos que seis semanas antes de su renuncia, un ex empleado, Anthony Levandowski, descargó más de 14.000 archivos confidenciales y registrados de distintos sistemas de hardware de Waymo” afirma la empresa, que detalla que entre estos archivos se encuentran “planos, diseños y documentos de pruebas” explicó en el comunicado Waymo, que sabe qué hizo exactamente Levandowski tras conseguir los datos.
Según Waymo, el ex trabajador creó Otto, su propia compañía de transportes, que posteriormente fue comprada por Uber. Waymo explicó que Uber había utilizado las tecnologías robadas para continuar con su proyecto de coches autónomos, estancado hasta la compra de Otto.
Ahora, como adelantan en Recode, el juez federal William Alsup ha pasado el caso al Departamento de Justicia de Estados Unidos para que sea este quien investigue “un posible robo de secretos comerciales”, por lo que la demanda no se resolverá mediante un arbitraje como pedía Uber.
El hecho de que se vaya a producer un juicio para llegar a una solución conlleva que los directivos de Uber pueden enfrentarse a cargos criminales por el supuesto robo de más de 14.000 documentos de Waymo. Alphabet ha recibido con los brazos abiertos esta decisión del juez, mientras que Uber ha lamentado “que se permita a Waymo evitar cumplir con la promesa de arbitraje que requirieron sus empleados”.
Mientras, Anthony Levandowski continúa trabajando para Uber y, según Reuters, se ha acogido a la Quinta Enmienda de la Constitución para no tener que testificar en el futuro juicio. Como dice el dicho: “quien no corre, vuela”. De ser cierto, el robo no salió muy bien para Uber, que ha paralizado su programa de coches autónomos tras el accidente de uno de ellos.