Llevamos tiempo viendo como los resultados económicos de Nintendo van por mal camino y, hace poco supimos que este año la empresa sufrirá pérdidas, principalmente debido al fracaso de su consola de sobremesa, aunque Nintendo 3DS tampoco ha cumplido los objetivos de ventas. Hasta tal punto es grave el caso, que Satoru Iwata, el presidente de la empresa, ha reconocido su responsabilidad, y ha planteado una serie cambios para volver a la senda de la rentabilidad. Apoyarse en los smartphones para publicitar su productos, enfocarse en los juegos destinados a cuidar nuestra salud y volverse más permisivos con sus licencias representan algunas de las ideas principales.
La empresa ha reconocido abiertamente estar decepcionada con la situación de Nintendo Wii U, pero la reacción será potenciarla: van a lanzarse más y mejores juegos, que aprovecharán bien el mando táctil, incluso aunque sean de desarrolladoras externas. Se mejorará el sistema operativo de la consola, y se va a invertir en publicidad para conseguir que los consumidores la conozcan mejor y descubran sus ventajas y peculiaridades. La empresa cierra filas en torno a su sobremesa, pero tengo dudas de que represente una buena idea mantenerla en el mercado.
Aunque resulte muy duro abandonar una plataforma y dejar de lado a sus compradores, el concepto de Nintendo Wii U se puede considerar un fracaso, y su falta de potencia la va a poner en graves problemas frente a PlayStation 4 y Xbox One. Por otro lado, creo que resulta muy importante para la compañía atraer a editoras como Electronic Arts, Activision o Take-Two, algo que parece difícil con la consola actual. Pienso que si juegos como Super Mario 3D World no han conseguido salvar la pasada campaña navideña, mejorar el catálogo del sistema no garantiza que logre estabilizarse en el mercado.
La verdad, yo no le veo mucho sentido a continuar apoyando una máquina que no tiene un futuro definido. Tal vez sea un poco pronto lanzar una sucesora la próximas Navidades, pero para 2015 debería estar preparado un producto que la sustituya si la plataforma no consigue arrancar. Sinceramente, yo creo que los cambios que ha anunciado Nintendo no resultarán suficientes, y que no va a quedar otro remedio que descatalogar antes de tiempo la Nintendo Wii U. Me da un poco de pena el daño que eso hará a la reputación de la empresa creadora de Mario, pero me llena de esperanza pensar que puede volver a ofrecer un dispositivo competitivo.
¿Qué opinas del tema? ¿Piensas que la sobremesa de la marca debe abandonarse, o que aún hay esperanzas de que despegue?