La Nintendo Wii U no ha disfrutado de buenas ventas hasta el momento, algo compensado por el éxito de la Nintendo 3DS. La sobremesa debería mejorar sus números estas Navidades, en las que ha contando con buenos juegos. Pero parte del problema se encuentra en sus bases: muchos no ven necesidad de un mando-tablet, y no entienden que debamos mirar dos pantallas alternativamente o que los modos multijugador se basen en la diferente información visual disponible. Si a eso le sumamos unos gráficos de pasada generación y la falta de apoyo de terceras empresas, nos encontramos con unas perspectivas bastante negativas a medio plazo.
Pero creo que la multinacional de Kioto ha realizado un gran aporte con el Wii U GamePad. Resulta muy cómodo jugar desde el sofá sin tener que encender el televisor (en los títulos que lo soportan), y creo que esa idea debe explotarse en próximas consolas. Me parecería una propuesta genial una especie de “portátil” gigantesca, con pantalla táctil, y en 3D autoestereoscópico como el de la Nintendo 3DS. El propio aparato generaría los gráficos, y ofrecería todos los botones necesarios para una experiencia de juego profunda. En una época en lo que lo enorme está de moda, me parece un concepto atractivo. Al fin y al cabo, mucha gente nunca saca su tablet de casa, o ni siquiera su consola portátil.
Creo que deberían cuidarse otros detalles: unos gráficos a la altura (importantes para ganarse a los jugadores tradicionales), una buena pantalla y, sobre todo, conseguir al apoyo firme de editoras como Electronic Arts, Activision, Ubisoft o Take-Two. El problema es que no creo que Nintendo pudiera mantener tres consolas en el mercado, por lo que habría de escoger si esta opción sustituye a su sobremesa (lo más lógico) o a su ya exitosa portátil. Por otro lado, la empresa tendrá que esforzarse en mejorar su producción de software, algo que esperemos que quede solucionado en poco tiempo.
Francamente, si la Nintendo Wii U fuera esto que he comentado y no la sobremesa con un mando extraño que es a día de hoy, creo que la recepción hubiera resultado mucho más cálida. Pero considero que el diseño del Wii U GamePad ha representado un acierto, hasta el punto de que el Razer Edge ya se inspira en el concepto que hemos tratado en el artículo, sólo que basándose en juegos de PC en lugar de otros expresamente optimizados. En cualquier caso, los chicos de Satoru Iwata podrían volver al éxito si emprendieran este nuevo camino, en mi humilde opinión.
¿Qué opinas de este tema? ¿Te gustaría disfrutar de una consola-tablet, o crees que no resultaría un diseño muy bien recibido?