Hace poco sabíamos que Nintendo rebajaba sus previsiones de ventas para el año fiscal que acaba a finales de marzo, y que la compañía sufrirá pérdidas. La culpa es de Nintendo Wii U principalmente (algo que hace tiempo que resultaba evidente) y Satoru Iwata, presidente de la empresa, acepta la responsabilidad. Hasta tal punto que se va a bajar el sueldo (otra vez) e iniciar un ambicioso plan para remontar la situación. Aunque la compañía está decepcionada con la sobremesa, uno de sus objetivos es potenciarla con mejores juegos, que saquen partido del mando de tipo tableta, que además será publicitado para que los consumidores entiendan su concepto.
Pues bien, los cambios no se quedan aquí. Parece que se confirma que la empresa trabajará con smartphones, pero no realizará juegos al uso: más bien servirán para atraer compradores, y enriquecer las experiencias sobre su propio hardware, vinculadas a una cuenta Nintendo ID. Eso sí, Iwata ha prometido que se van a volverse más flexibles en el uso de sus valiosas propiedades intelectuales. Por otro lado, se intentará unificar la experiencia de Nintendo Wii U y Nintendo 3DS con servicios comunes, algo que la multinacional cree ahora que debería haber intentado hace tiempo.
Por otro lado, la firma va a volver a luchar por el mercado de los jugadores más casuales, con conceptos orientados al mantenimiento de la salud y a otras tareas menos relacionadas con los títulos clásicos (cocina, dibujo, entrenamiento mental…). La verdad, no tengo claro que la estrategia de los chicos de Iwata resulte lo suficientemente ambiciosa. Por mucho que les duela dejar de lado a los compradores de Nintendo Wii U, creo que ya ha pasado del punto en que puedan reflotarla lanzando mejor software, por lo que mi apuesta es que se verán obligados a presentar una nueva sobremesa a medio plazo.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que Nintendo tiene posibilidades de salir adelante, o no ves que estos cambios vayan a surtir efecto?