La energéticamente eficiente arquitectura ARM es la que se encuentra en el corazón de los smartphones que tan populares se han vuelto en los últimos años. También son estos procesadores los que montan la inmensa mayoría de las tabletas que están a la venta a día de hoy. Intel no ha conseguido que su tecnología x86 se adaptara a las necesidades de estos dispositivos, y el resultado es muy peligroso para el futuro de la empresa: Microsoft se está viendo obligada a desarrollar una versión de Windows 8 para el principal competidor al que se enfrentan los chicos de Paul Otellini.
En principio, Windows para ARM tiene como objetivo atender al mercado de las tabletas, como prueban unos profundos cambios en la interfaz que la orientan a un control táctil. Sin embargo, nada parecía impedir que otros formatos montasen los nuevos chips. Y hoy tenemos confirmación, vía Xataka, de que se están preparando portátiles con la nueva arquitectura, aunque no llegarán hasta mediados de 2013. Windows 8 se lanzará a finales de 2012, por lo que el posible motivo de esta tardanza quizá sea permitir a los desarrolladores crear aplicaciones para el nuevo estilo visual, ya que las basadas en x86 no serán compatibles con los nuevos procesadores.
Este retraso puede ser la salvación de Intel, ya que les dará margen para trabajar en chips de consumo más reducido. Pero resulta evidente que ARM y sus licenciatarios NVIDIA, Qualcomm y Texas Instruments tampoco van a dejar de mejorar sus productos en este lapso de tiempo. En cualquier caso, está claro que más competencia siempre acaba siendo beneficiosa para nosotros, los consumidores. Sólo hemos de ser pacientes, y en 2013 empezaremos a disfrutar de unos portátiles que, como mínimo, ofrecerán una gran duración de batería. ¿Qué opinas tú de este tema? ¿Se te va a hacer larga la espera, o no te interesa en absoluto un equipo que no sea capaz de ejecutar las aplicaciones clásicas x86?