Es un lujo que sólo unos pocos se pueden permitir pero Quentin Tarantino es capaz de pasar de un thriller neo-noir a un hardboiled pulp, de un homenaje al blaxploitation a un spaguetti western con artes marciales, y de un slasher con carreras de muscle cars a un drama bélico. Sin despeinarse. Y como no podía ser de otra manera, Quentin vuelve a hacernos un regate que ni Messi ya que, como mi compañero Gorka Iriondo ya os anticipó hace un tiempo a propósito de su póster, en Django Unchaned revisita uno de su géneros favoritos, el spaguetti western.
Inspirado libremente en Django, film hispano-italiano protagonizado por Franco Neo en 1966 y que tiene fama de ser uno de los más violentos de la historia del cine, Django Unchaned se centra en Django (Jamie Foxx), un esclavo cuyo dueño, el doctor King Schultz (Christoph Waltz), un dentista alemán de gatillo fácil metido a cazarecompensas, le promete la libertad a cambio de que le ayude a atrapar vivos o muertos a los peligrosos hermanos Brittle.
Y no sólo eso, sino que también se compromete a ayudarle a buscar a su mujer Broomhilda (Kerry Washington, protagonista de Scandal), que permanece recluida en una plantación reconvertida en burdel propiedad del malvado Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). Por el camino, como ya os podréis imaginar, dejarán un reguero de sangre y cadáveres, pero ¿para qué imaginar si lo podéis ver con vuestos propios ojos en el tráiler?
Tarantino, volviendo a hacer gala de su exquisito gusto musical, nos introduce en esta historia de venganza con la melancólica Ain’t No Grave (Can Hold My Body Down) de Johnny Cash, una canción de corte clásico que proporciona a las imágenes que acompaña un apropiado tono a lo western crepuscular, para después descolocarnos cambiando de ritmo brutalmente con la mucho más tarantiniana The Payback de James Brown. Como suponíamos, Django Unchaned no va a ser un western al uso.
Pero a parte de buena música y una brevísima aparición de Franco Nero, el Django original, el tráiler nos muestra también que, fiel a su estilo, el film va a ser un festival de oneliners y diálogos ingeniosos que a buen seguro pasarán a formar parte del imaginario colectivo cinematográfico como la mítica conversación sobre la cuarto de libra con queso de McDonalds. A mí ya se me está haciendo la boca agua pero vamos a tener que armarnos de paciencia porque hasta Navidades no se estrena en Estados Unidos, y a España no llegará hasta el 25 de enero de 2013. La espera se va a hacer larguísima.
