Hasta ahora, los nuevos portátiles de Google solían ofrecer unas prestaciones interesantes por un precio más o menos asequible, pero nunca habían aspirado a ocupar el tope de gama. No resultaba extraño, ya que Chrome OS, su sistema operativo, todavía está bastante inmaduro. Los Chromebooks parecían enfocados a organizaciones (empresas o instituciones educativas, principalmente) que necesitaban un sistema ligero para acceder a servicios web y que requería un mantenimiento sencillo. Sin embargo, ayer la empresa de Larry Page ha presentado el rumoreado Chromebook Pixel, que representa un giro completo en la estrategia seguida hasta el momento, por lo que cabe preguntarse si el nuevo producto conseguirá hacerse un hueco en el mercado.
Y es que este dispositivo arranca de un precio tan elevado como 1.300 dólares (sin confirmar para España), pasando a 1.449 dólares el modelo con conectividad 4G. Parece difícil que un usuario esté dispuesto a invertir esa cantidad en un aparato que tiene una carencia de aplicaciones nativas enorme. A nivel empresarial, cualquier organización que tenga programas propios para Windows no se lo podrá permitir, y en el ámbito doméstico, opciones como las tablets son capaces de satisfacer las necesidades de los usuarios por mucho menos dinero, así que considero que pocos compradores se dejarán seducir por la pantalla de alta densidad de píxeles del aparato.
Hablando de su pantalla, tiene más inconvenientes. El formato 3:2 es poco adecuado para el consumo de multimedia, y las opciones táctiles no acaban de despegar en los portátiles convencionales, ni siquiera en Windows 8, un sistema operativo bastante más optimizado para el uso con los dedos que el que nos ocupa. El almacenamiento también es un problema, porque son muchos los que no están preparados para dar el salto a la nube, y el SSD incluido de 32 GB o 64 GB no les resultará suficientemente espacioso. El diseño tampoco resulta demasiado afortunado, aunque eso ya depende del gusto de cada uno.
Estos son las razones por las que creo que el producto de Google tiene pocas posibilidades de éxito. Un sistema operativo limitado y un precio elevado son motivos más que suficientes para que un producto acabe en un sonado fracaso, por mucho que sea de una marca tan prestigiosa como Google. Aunque fabricantes como Acer apuesten por Chrome OS, pienso que los chicos de Mountain View tienen aún mucho que mejorar en su plataforma, y necesitan replantarse su estrategia de hardware y acercarla más al modelo de bajo coste de la gama Nexus.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que el Chromebook Pixel tiene posibilidades de éxito, o compartes mi opinión respecto a que su futuro pinta muy oscuro?