La verdad es que las consolas de la próxima generación resultan muy interesantes, y los jugones ya estaban sufriendo por la tardanza en la renovación. PlayStation 4 destaca por su ajustado precio de 399 euros, aunque el catálogo inicial no parece que vaya a ser rompedor. Xbox One, tras eliminar las restricciones sobre la segunda mano ofrece juegos interesantes y el periférico de control por movimiento y voz Kinect, todo por un coste de 499 euros. Pueden parecer cifras un poco elevadas para un simple sistema de entretenimiento, pero los usuarios las están considerando razonables y en apariencia tienen gran interés en hacerse con una de estas máquinas.
Prueba de ello es que las existencias para el primer día (que no sabemos aún cuál va a ser) empiezan a agotarse. Tanto Amazon como GameStop, dos distribuidores muy importantes, ya no garantizan a sus clientes estadounidenses que puedan proporcionarles una unidad el día del lanzamiento. Siguen recogiendo reservas, pero la entrega está condicionada a la llegada de consolas, que no está asegurada. Respecto a nuestro país, ambas cadenas siguen permitiendo pedir una de estas máquinas, y por ahora no dan ningún aviso de que el stock se pueda agotar. Hasta el momento, no tenemos constancia de ninguna superficie comercial se encuentre en la misma situación que se da en Estados Unidos.
Lo cierto es que parece más sencillo que se terminen las unidades de la esperada PlayStation 4 que de Xbox One, pero también es verdad que se ha rumoreado que Microsoft no resultará capaz de poner muchas consolas en el mercado durante el período del lanzamiento, lo que explica la escasez. Realmente, reservar un gadget representa hacer una apuesta por un producto que no conocemos, por lo que mi consejo siempre es probar antes de comprar. Esperemos que todos lo que han pedido ya que se les guarde una unidad no sufran decepciones.
¿Qué opinas de esta noticias? ¿Te parece normal que empiecen a agotarse reservas, o consideras que el entusiasmo generado resulta excesivo?