GameStop

Uno nunca deja de sorprenderse con el ingenio humano. La simple idea de usar un GameStop como cajero automático resulta chocante, pero puede volverse interesante viendo que utilizar los verdaderos se está volviendo peligroso. Un usuario del foro 4Chan asombra con un concepto de lo más original: Ahora, siempre que me pagan, voy a reservar un montón de videojuegos. Cuando necesito dinero voy al GameStop más cercano y solicito la... Continuar leyendo...

Parece que los aficionados al ocio electrónico están recibiendo con los brazos abiertos la nueva generación de consolas, tanto la propuesta de Sony como la de Microsoft, más cara y que en su momento se ha visto envuelta en serias polémicas. Pues bien, aparentemente el primer día de ventas vamos a hablar de un éxito total, puesto que distribuidores estadounidenses tan importantes como Amazon y GameStop han agotado sus reservas, y ya no garantizan la entrega de una unidad en el lanzamiento.

La veterana consola de Sony ha ido sufriendo un retiro gradual tras una vida increíblemente larga de doce años: primero se dejaron de enviar a las tiendas japonesas, después cesó su fabricación mundial y ahora una de las grandes cadenas del sector de la segunda mano va a dejar de aceptar tanto la máquina como sus periféricos o juegos en las compras a aficionados en sus tiendas, de manera que podemos considerar la plataforma ya obsoleta de manera completa.

La industria del ocio electrónico está embarcada en una batalla sin cuartel contra el intercambio de copias usadas. Para ellos este fenómeno supone cuantiosas pérdidas, y están dispuestos a tomar medidas perjudiciales para los consumidores con tal de ponerle trabas. Pero lo cierto es que, con un poco de esfuerzo, podrían restar atractivo a los títulos seminuevos sin necesidad de hacer sentir a sus clientes que están atacando sus derechos para aumentar los beneficios.

A nadie le gustaría saber que un bien que acaba de adquirir incluía un "regalo" (de cierto valor, además), pero que el dependiente lo ha abierto y retirado el producto promocional. Esto es lo que GameStop hizo en Estados Unidos.

En los últimos años el mercado de los juegos usados ha sufrido un enorme crecimiento, afectando de forma profunda a toda la industria. Pero esta situación no gusta a las editoras, que ya han comenzado a reaccionar.