El término strobist fue impulsado por el fotógrafo David Hobby, creador del blog del mismo nombre en 2006. Y hace referencia a la solución de iluminación empleada por el mismo en los reportajes que le encargaba un periódico. Con esto nació toda una filosofía de iluminación de bajo coste basada en el “hazlo tú mismo”.
Esta técnica básicamente consiste en apoyarnos en un flash externo de nuestra cámara cómo complemento para iluminar. Los accesorios básicos para trabajar en estos casos es:
– Un flash de mano (el típico flash que enganchamos sobre nuestra cámara). – Un pie (para colocar sobre él nuestro flash). – Un paraguas o ventana (para difuminar la luz). – Zapata y disparador remoto (los encargados de comunicar nuestra cámara con el flash). – La cámara
A partir de aquí los accesorios pueden ir aumentando dependiendo de las necesidades, sumando algún reflector o difusor. Esta técnica es muy común entre los fotógrafos profesionales, sobre todo de retratos en exterior (lo vemos mucho en moda y fotografía social). Pues suman la luz ambiente a la del flash, iluminando con el flash al individuo y apoyándose de la luz del día para el resto de la escena.
Basándome en estos principios yo he unido la técnica strobist con la de fotografía de producto. Frecuentemente alguna persona te pide que le hagas una foto a algún producto que quiere vender, pero que por diferentes razones no puede darte para que realices una sección fotográfica en un estudio, con todos los medios necesarios. Al final, te ves obligado a llevar contigo el estudio, así que sumando un cubo plegable para hacer bodegones me lancé a la tarea.
A continuación podréis ver el montaje realizado para la fotografía que ilustra este artículo: Como veis en la imagen el cubo actúa como difusor de la luz, permitiendo que la iluminación sea más suave que si no lo utilizáramos. Además de proporcionar un escenario controlado en que aislamos el producto del entorno. Aunque aparte de la luz de flash teníamos luz de ambiente, la fuente principal es nuestro flash, tanto que incluso apagando las luces del lugar no se nota diferencia. El método utilizado es el mismo que en cualquier fotografía profesional con iluminación artificial: disparamos el flash para medir la luz, fijamos el tiempo de exposición basándonos en esta medición y realizamos las tomas. Al no cambiar la iluminación ni el motivo no sería necesario volver a medir la luz y establecido los parámetros para una exposición correcta, nos podremos poner a fotografiar sin tener que pensar una y otra vez en diafragma o velocidad de obturación.
Cómo veis es algo simple una vez lo pruebas. La duda siempre es ¿uso más de un flash? La experiencia te enseña que siempre menos es más, es decir a veces es mejor una fotografía con una iluminación sencilla a complicadas iluminaciones que por general generan un aspecto más artificial. La clave será probar y practicar para ver como cambian los objetos dependiendo del ángulo de incidencia del foco de luz.
En este caso opté por la simpleza, un sólo flash superior lateral con una inclinación aproximada de 45 grados. De este modo iluminaba por completo los zapatos, haciendo que las piedras de estos brillaran más y dejando las sombras para la parte inferior. Una luz muy común en la naturaleza, ya que el sol suele iluminarnos desde arriba, incluso en su hora del día más horizontal.
Solo os queda experimentar vosotros mismo y como veis podéis coger cualquier objeto e ir probando en casa. Recordad que la herramienta del fotógrafo no es la cámara sino la luz, así que no dudéis en aprender todo lo referente a ella para mejorar vuestras fotografías.
¿Utilizáis el flash habitualmente?¿Conocíais la fotografía strobist?¿Os gustaría mostrarnos algunos ejemplos de vuestra fotos o que habláramos de ellas? Mostradnos vuestras fotografías en nuestro Facebook, Twitter o Google+ usando el hashtag #DetrasFotografíaXombit y descubramos lo que esconden vuestras fotos.
[…] Aranzazu Santana en Xombit, Detrás de la fotografía: Fotos de producto con un flash fuera de cámara […]
Estoy de acuerdo en que muchas veces un solo flash es suficiente. Sobretodo porque como bien dices, puede crear un efecto más natural. Pero, no siempre “memos es más”, depende del efecto que queramos conseguir. Por ejemplo, para una fotografía en la queramos resaltar La tridimensionalidad de un objeto, como podría ser un coche deportivo, lograremos un mayor efecto con varios flashes que si sólo utilizamos uno.