Ya habíamos conocido el Samsung Galaxy Round, un dispositivo de carácter experimental que destacaba por una pantalla curvada horizontalmente (es decir, con los bordes laterales elevados). También supimos algo de la apuesta de LG, que se decantaba por levantar las zonas superior e inferior, lo que resulta más cómodo para hacer llamadas, pero difícilmente hacía el aparato práctico para cualquier otro uso. Y es que comentamos que los smartphones con pantallas curvas parecen más una estrategia de marketing que un producto que realmente pueda aportar algo útil ahora mismo a los consumidores. Sin embargo, eso no evita que nos llegue una nueva propuesta.
Se ha presentado oficialmente el LG G Flex, un terminal con una pantalla de unas enormes seis pulgadas, pero con una resolución tan justa como 720p, eso sí, con matriz RGB, que garantiza más nitidez. El procesador se trata del potente Qualcomm Snapdragon 800, al que acompañan 2 GB de memoria RAM. La cámara alcanza los 13 megapíxeles, y se incluye la primera batería curva del mercado, que ofrece 3.500 mAh de capacidad. Lo más sorprendente lo encontramos en la cubierta trasera, tratada con un recubrimiento auto reparable, capaz de solucionar cualquier pequeño arañazo. El sistema operativo elegido es Android 4.2.2.
El aparato, al igual que el modelo de Samsung, saldrá a la venta en exclusiva en Corea del Sur, y lo hará a lo largo del próximo mes. No se ha concretado el precio, que imaginamos que no resultará especialmente asequible. La verdad, me parece muy interesante ver como las compañías apuestan por la innovación en lugar de trabajar siempre en los mismos aspectos. Pero no acabo de ver utilidad a la curvatura en vertical y, desde luego, la resolución actual del panel no resulta suficiente. Por otro lado, el tratamiento auto reparable tendría bastante más sentido en la parte delantera que en la trasera.
¿Qué opinas del LG G Flex? ¿Un terminal interesante y diferente, o un modelo reservado para usuarios muy concretos?