Rescatando lo mejor del 2012 | Momentazos televisivos del año

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La temporada televisiva 2012-2013 ha empezado fatal. Prácticamente todas las series que prometían petarlo se han estrellado y se podría hablar muchísimo sobre si gran parte de la culpa la tiene ese cambio de paradigma que algunos (todavía) se niegan a reconocer. Pero hoy no vamos a hablar de eso, hoy nos quedaremos con lo positivo y rescataremos algunos de los mejores momentos de nuestras series preferidas, que a pesar de los pesares, ha habido muchos y muy variaditos.

Rescatando lo mejor del 2012

Vaya por delante que este repaso ni es objetivo ni contiene necesariamente todo lo mejor del 2012, son diez momentazos (que incluyen desde secuencias a episodios completos) como podrían haber sido cinco o veinticinco, y son estos como, en determinados casos, podrían ser otros muchos de la misma serie. Eso sí, todos tienen en común que, por una razón u otra, son elementos clave para el desarrollo de la temporada o incluso para el de la serie.  

Mad Men y “Zou Bisou Bisou”

Mad Men

Y empezamos con el número musical del año. Ni Smash, ni Glee, ni Nashville han conseguido superar al Zou Bisou Bisou cantado (casi susurrado) por la actriz Jessica Paré. El regalo de (no) cumpleaños de Megan casi consigue sacarle los colores a un tipo tan duro por fuera como Don Draper (que ya sabemos que por dentro es otra cosa). El amor (y la crisis de los cuarenta) es lo que tiene, que acabas tragando con ruedas de molino con una sonrisa en la boca.

La quinta temporada de Mad Men, la más polémica hasta la fecha, se vio marcada por la relación de Don y Megan y por los diez años que los separaban. Él es un hombre tipo de los sesenta, ella es una proto-mujer de los setenta. Y por más que Don intente desmelenarse para adaptarse a los nuevos tiempos representados por su jovencísima nueva esposa (aunque sin llegar al nivel de Roger con el LSD), al final no le queda más remedio que renunciar a lo que ama y, por consiguiente, a su felicidad. Nuestro Don, dentro de nada, será como el personaje de John Wayne en Centauros del Desierto. El mundo avanza y su tiempo está a punto de pasar sin que nada ni nadie lo pueda remediar.

Breaking Bad y el robo al tren de la meta

Breaking Bad

La primera parte de la temporada final de Breaking Bad nos ha dado momentos muy intensos (e incluso super-imanes), pero reconozco que siento debilidad por la secuencia del robo de metilamina del tren. En total son poco más de doce minutos de tensión y respiración contenida, y todo gracias al complejo plan surgido de la cabeza de Jesse, quién nos lo iba a decir.

Breaking Bad ya nos tiene acostumbrados a este tipo de momentos, de hecho, han ido in crescendo y son cada vez más grandes y más aparatosos. Por eso resulta paradójico que, como la mayoría de grandes criminales de la historia, Heisenberg/Walter White vaya a caer por un detalle ridículo (nunca subestimes a tu cuñado). Walter está en caída libre por culpa de su desmedida ambición y ni siquiera lo sabe todavía, veremos si acabará arrastrando a Jesse y Skyler consigo.

Homeland y las confesiones vis-à-vis

Homeland

¿Quién se iba a imaginar que una serie como Homeland fuese a sacarse de la manga un episodio con una carga emocional tan brutal como el de Q & A? Es fasciante ver cómo consiguen que un interrogatorio lleno de mentiras y verdades veladas se convierta ante nuestros ojos en, probablemente, la conversación más honesta que Carrie y Brody vayan a tener nunca. Y la cosa tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que, durante el streaptease emocional, ambos siguen siendo conscientes de que se trata de una partida de ajedrez.

Por otro lado, si el final de la primera temporarada de Homeland fue polémico, el de la segunda lo está siendo aún más. ¿Por qué será que algunos se enfadan tanto si se les da lo que quieren como si no se les da? Además, cada vez hay voces más críticas con la serie: que si va demasiado rápida y que con tanta trama quemada se va a quedar sin argumentos pronto, que si cada vez es menos verosímil, que si está cayendo en los mismos errores que 24… y seguramente tienen razón, el problema es que, afortunadamente, a esta serie no se le pueden aplicar los estándares habituales. Homeland muta con cada golpe de trama (del thriller al romance, de la intriga al terror…), y por mucho que creamos saber por dónde van a ir los tiros, siempre tienen una as escondido en la manga. Y que siga así.

Dexter y el esperado descubrimiento

Dexter

Que levante la mano el que temió que el descubrimiento del pequeño secreto de Dex del final de la sexta temporada se fuese a quedar en nada en el primer episodio de la séptima. Bueno, tal vez sólo lo temí yo, pero es que no sería la primera vez que nos salen con un subterfugio y no podía soportar la idea de que volviesen a desperdiciar otra temporada. Afortunadamente, en esta ocasión no sólo no han desperdiciado la oportunidad de dar un paso adelante sino que, además, el desenmascaramiento se ha acabado convirtiendo en el punto de inflexión que necesitaba la serie para encaminarse hacia su final.

Las inquisidoras (y comprensibles) preguntas de Debra ante semejante sorpresón sirven para que Dexter se cuestione su existencia y la de su oscuro pasajero y hasta consiguen que se plantee la propia naturaleza del código de Harry. Lleva años construyendo una vida de mentira como fachada de sus actividades nocturnas porque Harry le dijo que era la única manera de vivir en sociedad. El problema es que la vida falsa ahora es real y es capaz de hacer lo que sea para mantenerla, incluso crear un nuevo código en el que Debra tenga cabida. Y es que por más mujeres que pasen por su vida, y ya van unas cuantas, ella es su constante y de su mano emprenderá su último viaje.

The Walking Dead y el reencuentro con Sophia

The Walking Dead

Aquí he hecho un poco de trampa porque la escena en cuestión se emitió en 2011, pero en mi defensa tengo que decir que vimos sus repercusiones en el 2012. Entre la desaparición de Sophia, que parecía un macguffin que no llevaba a ninguna parte, y el estancamiento del grupo tras la llegada a la granja de Hershel, la primera mitad de la segunda temporada de The Walking Dead nos hizo desear que llegase un auténtico apocalípsis zombie a la sala de guionistas de la serie. Pero la cosa se fue animando poco a poco, coincidiendo con la toma de poder de Glenn Mazzara, hasta llegar a la impactante secuencia que, vista ahora, es toda una declaración de intenciones.

A partir de la muerte de Sophia empezamos a sentir realmente que nadie estaba a salvo (y a lo largo de la primera parte de la tercera temporada lo hemos vuelto a comprobar en más de una ocasión). Veremos cómo continúa la temporada pero parece que por fin The Walking Dead se ha convertido en la serie que debería haber sido desde el principio. Esperemos que el próximo showrunner no lo estropee.

Fringe y el salto al futuro

Fringe

Los espectadores no éramos los únicos que temíamos que Fringe no renovase por una quinta temporada. Sus guionistas tampoco las tenían todas consigo por lo que decidieron darse el gusto de mostrarnos lo que veríamos en caso de renovar aprovechando el episodio diecinueve (que siempre es especial por diferente y raro). Y así fue como en Letters of Transit vimos por primera vez ese futuro dominado por los Observadores y conocimos a la Etta adulta, todo un regalo.

Pero a falta de un vídeo apropiado, me he tomado la libertad de incluir aquí uno de los mejores momentos de la presente temporada, esa deliciosa alucinación de Walter con reminiscencias monthypynthianas y que es todo un homenaje a un personaje enorme.

Louie y su gran oportunidad

Louie

Para los que no hayais visto la serie y/o los cuatro últimos episodios de la tercera temporada de Louie, el que aparece frente al pelirrojo gordito es el mismísimo David Lynch interpretando a un directivo de la CBS encargado de elegir al posible sustituto de David Letterman y, evidentemente, no se lo pone nada fácil a Louie.

Los tres episodios que componen Late Show están plagados de caras conocidas (desde Jay Leno hasta Chris Rock pasando por Seinfeld) y son de obligado visionado para los amantes de los engranajes de la industria televisiva y tal vez explican por qué Louis CK ha decidido tomarse un descanso y retrasar la cuarta temporada de la serie. Esto de la televisión debe ser agotador, y si la espera sirve para que a Louis se le ocurran más historias para sus hijas y sus novias locas, ya habrá valido la pena.

Girls y la vuelta a casa de Hannah

Girls

Girls es una de las series de la temporada, para bien y para mal, y es que Hannah y sus amigas (y su creadora) despiertan tantos odios como admiraciones, sin término medio. Yo ya demostré en su momento que era fan de las serie, y entiendo que a muchos les cueste conectar con estas pijas egoístas cuando su propia autora ni siquiera intenta que empaticemos con ellas, sino todo lo contrario.

Aún así, a todos los que desistísteis en su momento os recomendaría ver The Return (el sexto), un episodio diferente al resto en el que, como su nombre indica, Hannah vuelve a su pueblo natal para celebrar el aniversario de boda de sus padres. Un episodio especial que demuestra la chispeante personalidad de Hannah sigue funcionando fuera de su ambiente.

Parks & Recreation y el mítin sobre hielo

Parks and Recreation

Parks and Recreation es una de mis debilidades, es mi happy place, la serie a la que recurrir cuando estoy baja de moral porque sé que, aunque no sea el mejor episodio de la serie, encontraré la dosis de adorabilidad que necesito de vez en cuando. Pero no sólo es adorable sino que también es muy buena cuando se lo propone, y a lo largo de su cuarta temporada se lo propusieron mucho y muy fuerte. La campaña electoral de Leslie dio para muchísimo, incluso para que no volvamos a escuchar Get On Your Feet de Gloria Estefan sin pensar en una pista de hielo.

La serie hace muchísimo tiempo que no es la versión funcionarial y extraoficial de The Office. Con el paso del tiempo, la pequeña población de Pawnee (Indiana) se ha convertido en un lugar familiar y sabemos que los mejores waffles se comen en JJ’s Dinner, que los habitantes de Eagleton son el mal personificado, y que no te puedes fiar de una persona que no sea capaz de apreciar la grandeza de Li’l Sebastian.

Community y el videojuego de papá Hawthorne

La tercera temporada de Community tuvo varios momentazos dignos de mención por una u otra razón. Virtual Systems Analysis por el interesantísimo viaje al centro de la compleja mente de Abed y su Dreamatorium, Digital Exploration of Interior Design (Part 1) y Pillows and Blankets (Part 2) por mostrarnos cómo una discusión puede desembocar en una guerra civil, por no hablar de la lección de teoría del caos que nos regalaron en Remedial Chaos Theory, probablemente el mejor episodio de la temporada pero que fue emitido en 2011.

Community

Pero si nos centramos en el 2012, el episodio que destaca sin duda es Digital Estate Planning en el que el grupo de estudio de Greendale ayuda a Pierce a conseguir la herencia de los Hawthorne jugando al Journey to the Center of Hawkthorne, un videojuego en 8 bits creado por su propio padre. No se me ocurre mejor manera de mostrar el valor de la amistad.

En el repaso también podrían haber entrado Game of Thrones y la batalla de Blackwater, Doctor Who y la emotiva despedida de Amy y Rory, Downton Abbey y la romántica declaración de amor con puerta de por medio de Mary y Matthew, Secret State y el momento sillas en la calle, Smash y el número de The National Pastime, o incluso Nashville y Rayna y Deacon cantado No One Will Ever Love You, y aún así me sigo dejando muchísimos otros momentos en el tintero.

Y tras mi larga confesión, ahora os toca a vosotros, ¿quién se anima a contarnos cuáles han sido sus mejores momentos televisivos del año?

Archivado en Breaking Bad, Community, Dexter, Fringe, Girls, Homeland, Mad Men, Rescatando lo mejor del 2012, The Walking Dead
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