Cuando empieza a estar claro que no existe límite en el tamaño de los smartphones y que toda clase de dispositivos tienen cabida en el mercado, surge la misma pregunta respecto a los televisores. Ya que se han presentado modelos de 84 pulgadas que, si bien resultan todavía muy caros, apuntan al mercado doméstico. Esto es posible gracias a la resolución 4K, que hace que incluso con estos tamaños el pixelado percibido se vuelva escaso si nos encontramos a una distancia razonable, y que seguramente posibilitará diagonales aún más elevadas, a pesar de que el contenido en esta calidad todavía escasee.
La pregunta: ¿tienen sentido estos tamaños? Pues, personalmente, creo que bastante más que los de los phablets. Hay personas que en el cine se sientan al final de la sala, otros prefieren por el medio y algunos llegan a pedir las primeras filas. Si ese es tu caso, encontrarás bastante difícil reproducir la misma sensación de inmersión en tu hogar con un televisor de 50 pulgadas. Yo suelo utilizar mi TV de juegos (32 pulgadas) a una distancia de entre 50 centímetros y un metro, por lo que optaría por un modelo verdaderamente enorme si tuviera intención de trasladar mis partidas del dormitorio al salón.
Prefiero vivir de cerca la acción, incluso aunque no vea bien del todo los extremos de la imagen, para lo que resultaría ideal un panel curvo. ¿Otras personas opinan todo lo contrario? Me parece perfecto, no creo que en este tema haya una solución ideal, sino que cada uno debe decidir dependiendo de sus gustos. Pero, personalmente, si tuviera la posibilidad de contar con una pantalla que ocupara toda una pared de la casa (algo que ya está al alcance de cualquiera al que le gusten los proyectores) me sentiría muy satisfecho. Y creo que ese día llegará, aunque tengamos que esperar aún años.
Mi conclusión es que los televisores pueden (y deben) seguir aumentando de tamaño en los próximos años, y haciendo las nuevas diagonales cada vez más asequibles. No quiero decir que todo el mundo tenga que comprar uno de estos aparatos, ni que sean adecuados para cualquier uso (¿necesitamos 50 pulgadas para ver el telediario en la cocina?), pero sí opino que existirá una demanda para ellos, al menos hasta que resulte físicamente imposible (o demasiado costoso) meterlos en el salón. Creo que aún falta bastante para eso, sobre todo porque muchos afortunados poseen casas amplias, así que el avance seguirá adelante durante mucho tiempo.
¿Qué te parece el asunto? Si no tuvieras límite de presupuesto, ¿qué tamaño elegirías para tu hogar?
[…] Vía | Xombit […]
Creo que alrededor de 50 pulgadas es algo que está bastante bien. Para jugar utilizo algo entre 37 y 42 pulgadas pero a una distancia de 2 metros max. Justamente ahora se me ha estropeado la TV del dormitorio (24 pulgadas) y me he planteado la misma pregunta que te planteas en el post (antes de plantearme repararlo) esperarme al blackfriday a ver si cae algo interesante cerca de las 50 pulgadas.
Ahora hay ofertas de grandes diagonales a muy buenos precios, si no de te importa prescindir de las funciones inteligentes (que suelen ser bastante inútiles) y de un diseño de última generación. ¡Vete a por las 50 pulgadas!
[…] El problema es que, por ahora, el contenido en este formato parece que será escaso. Netflix y Amazon ofrecerán series a esta resolución, pero en nuestro país no tenemos muchas opciones. Por otro lado, las nuevas consolas no alcanzan ni el 1080p a un buen ritmo de fotogramas, así que deberíamos adquirir un PC muy puntero para jugar en Ultra HD. Además, los 3.840 x 2.160 píxeles de este sistema se vuelven excesivos para los televisores de tamaño “normal” que se ven en los salones a día de hoy, por lo que sólo podrán interesar a los que aspiren a diagonales desmesuradas. […]