Para muchos, la respuesta a esta pregunta será un rotundo “no”, que les traerá malos recuerdos de la noche pasada. Y es que la madrugada que da inicio al año se trata de una celebración especial, en la que suele correr el alcohol abundantemente (excepto si vamos a conducir), cuando no otras sustancias más peligrosas. En medio de una fiesta en la que puede pasar de todo, no parece buena idea llevar con nosotros un aparato de unos setecientos euros, por el alto riesgo de que reciba un golpe accidental, lo perdamos o nos los sustraigan en un despiste.
El problema es que un smartphone en este momento tan especial resulta muy útil. Disponer de WhatsApp se vuelve muy cómodo, tanto para felicitar a nuestros seres queridos como para localizar a las personas que se van perdiendo a lo largo de la noche. Por supuesto, nos encantará sacar fotografías y vídeos de los momentos más alocados, para lo que necesitaremos un buena cámara, porque capturar imágenes en condiciones de poca luz puede representar un reto. Aunque el objetivo del Año Nuevo se resume en pasarlo bien, no podemos descartar algún pequeño accidente o imprevisto, por lo que lo mejor me parece estar localizable.
Una solución al problema es, en vez de llevar nuestro flamante nuevo smartphone, que nos acompañe uno más antiguo. Además, seguro que resultará más compacto, y se adaptará mejor a los bolsos y bolsillos pequeños típicos de esta celebración. Surge el problema de las fotos, y tal vez la mejor idea se encuentre en viajar al pasado, y sacar con nosotros una compacta que tengamos por casa y que ofrezca un rendimiento algo digno. Los que no dispongan de un teléfono inteligente antiguo, pueden optar por un móvil convencional, y salvar la situación con llamadas y mensajes de texto.
En definitiva, las nuevas tecnologías se hacen necesarias en Año Nuevo, igual que en Navidad. Algunos ahora estarán lamentando haber llevado ayer consigo su terminal, que puede haber acabado con la pantalla rota, o en manos de cualquier persona. Desde luego, una noche que ya suele salir cara se vuelve prohibitiva si tenemos que asumir un incidente de este tipo. Por desgracia, no existen muchas soluciones para próximos años: o bien se utiliza un dispositivo obsoleto y menos práctico, o moderamos el consumo del alcohol y procuramos ser cuidadosos con nuestro móvil en la medida de lo posible.
¿Qué tal ha sido la noche de ayer? ¿Tienes que lamentar la pérdida de algún gadget, o todo ha ido bien?
Imagen | Michael Gil