Uno suele asociar los bugs a problemas informáticos, pero no espera que una lengua los sufra. A pesar de que el español se trata de un idioma pulido por siglos de uso y perfectamente reglado por la Real Academia Española, a veces surgen situaciones sorprendentes. El bloguero Fernando Pérez Díaz le hizo una consulta a la institución y recibió una respuesta del todo inesperada. La pregunta trataba sobre cómo se escribiría el imperativo de “salirle”, y parece que se trata de algo complicado de ejecutar… o que va más allá de lo que es posible en el español:
La interpretación forzosa como dígrafo de la secuencia gráfica ll en español hace imposible representar por escrito la palabra resultante de añadir el pronombre átono le a la forma verbal sal (imperativo no voseante de segunda persona de singular del verbo salir), oralmente posible si, por ejemplo, ordenáramos a alguien salir al paso o al encuentro de otra persona aludida con el pronombre le: [sál.le al páso], [sál.le al enkuéntro]. Puesto que los pronombres átonos pospuestos al verbo han de escribirse soldados a este, sal + le daría por escrito salle, cuya lectura sería forzosamente [sá.lle], y no [sal.le].
La verdad es que sorprende saber que una palabra se pueda pronunciar pero no escribir, pero la explicación tiene cierta lógica. Tal vez la alternativa fuera utilizar un guion, a pesar de que resultaría una solución extraña. Aunque nuestro idioma es muy rico, parece que nos encontramos ante un fallo. Con la afición que tiene la Real Academia Española a elaborar normas novedosas, seguro que se le ocurre alguna idea para que podamos escribir el imperativo de “salirle”… aunque dudo de que se trate de una palabra que vayamos a utilizar mucho en nuestro día a día.
¿Qué opinas de esta curiosidad? ¿Encuentras alguna solución para resolver el problema, o crees que tendremos que quedarnos sin escribir esta forma verbal?
Imagen | Erin Kohlenberg
El imperativo de salir es sal para tú y salid para vos. Sal-le no es considerado por la RAE como el imperativo del verbo salir. Aunque, no deja de ser interesante ese planteamiento.
En Argentina decimos, de manera informal: salí y de manera formal: sálga (por favor)
Y si se le dijera “salile”, ¿no es válido?
[…] perder el significado que tenían individualmente. Lo que es un verdadero incordio, es tener que memorizar el género de cada palabra. Aunque, si queremos un gran reto, sin duda nos quedamos con los números, como por ejemplo 555: […]
Lo mismo ocurre con ciertos homófonos. Son palabras que se pronuncian de la misma forma pero se escriben de forma diferente. Verás:
Si encuentro una baya debajo de una valla, ¿como escribo que ambas bayas (o vallas) están al sol? Una vez más lo puedo decir, pero no lo puedo escribir.
Marina
Algunas normas de pronunciación pueden “interpretarse”, como en la palabra postromántico (que se lee post.romántico en lugar de pos.tromántico). Lo mismo ocurre con salle: yo escribo salle pero leo sal.le, igual que escribo subrayar y leo sub.rayar o escribo ciudadrealeño y no leo ciuda.drealeño: http://wp.me/p4xG6w-kY
Un saludo, Marina