Considerando que marcas como LG o Samsung están preparando enormes televisores de 105 pulgadas, con formato 21:9 y resolución 4K, cada vez la experiencia del cine se acerca más a nuestros hogares. Al menos mientras en las salas comerciales no se ofrezcan nuevas prestaciones. Si los exhibidores españoles ya han tomado medidas para enfrentarse a la crisis y adaptarse a un futuro en el que deberán competir contra más y más formas de entretenimiento, ahora leemos unas declaraciones interesantes respecto a cómo Hollywood podría plantearse el consumo de películas a medio plazo. Y lo cierto es que se trata de una idea muy curiosa.
La ha expuesto Jeffrey Katzenberg, CEO de DreamWorks Animation: cree que de aquí a diez años los filmes saltarán del cine a otros formatos en sólo tres fines de semana (diecisiete días), ya que el 95% de los ingresos del 98% de las películas proyectadas se generan en este periodo. A partir de ese momento, predice que las cintas se podrán visionar en cualquier dispositivo, pero a precios distintos. Indica, por ejemplo, que en una televisión de 75 pulgadas se pagarían unos cuatro dólares, y en un smartphone 2 dólares. Katzenberg considera seguro el cambio de modelo, y cree que revolucionará el negocio.
Mientras tanto, cree que el crecimiento del sector del cine está limitado, y se encuentra interesado en trabajar en medios digitales y televisión. La verdad es que esta propuesta para cambiar la forma de cobrar por el contenido resulta arriesgada, porque requeriría de mecanismos de gestión de derechos digitales estrictos y polémicos. Katzenberg lo puede ver muy claro (tal vez porque conoce las estrategias en las que trabaja la industria), pero yo no estoy nada seguro de que que este sistema vaya a lograr popularidad entre los consumidores con facilidad.
¿Qué opinas de esta forma de establecer los precios? ¿La encuentras justa, o te parece el enésimo abuso del mundo del entretenimiento?
Imagen | Holger Jungnickel
