Aunque algunas empresas refuercen sus compromisos ambientales, no cabe duda de que la tecnología es mala para el medio ambiente. La radiación electromagnética representa un tema polémico: hay quien cree que el Wi-Fi o las antenas de telefonía resultan inocuas, y quien opina que pueden causar cáncer o alergias. Pero hoy sabemos que la ciencia ha demostrado que a los pájaros les afecta. Normalmente, las aves son capaces de orientarse de noche, pero en un experimento realizado durante 2004 en la alemana Universidad de Oldenburg esto no se cumplió. Tras años de investigaciones, se ha comprobado cuál es el problema.
Aunque los científicos no esperaban este resultado, creen que los aparatos electrónicos se tratan de los culpables, cuando se encuentra en grandes cantidades, como en las ciudades. Se comenta que los niveles que afectarían a los pájaros estarían 1.000 veces por debajo de los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud. Aunque no se sabe qué dispositivos son los responsables, se apunta a las frecuencias en la banda AM como las causantes. De todas formas, hay quien opina que un pájaro deberá salir de las zonas pobladas para migrar, por lo que este problema tendría un impacto limitado en su comportamiento.
De todas formas, Henrik Mouritsen (uno de los biólogos implicados) cree que estamos ante un buen motivo para controlar la radiación electromagnética, que algunos aparatos emiten de un manera innecesariamente elevada. Yo considero, además, que se debería investigar en este campo, para comprobar los riesgos asociados a las tecnologías inalámbricas. Por suerte o por desgracia, el progreso no se detiene, y no será sino con el paso de los años que sabremos si el exceso de radiaciones resulta perjudicial para el ser humano.
¿Qué opinas de este tema? ¿Es necesario tener cuidado con las ondas electromagnéticas, o crees que existe demasiado alarmismo respecto a ese asunto?
Imagen | Rodney Campbell
