Nos gusta leer investigaciones españolas, como aquella sobre el posible origen fúngico del Alzheimer o respecto a la adaptación de las aves a la radiactividad de Chernobyl. Parece que la ciencia española aún funciona, pero los recortes pueden dejarla fuera de juego en poco tiempo. En cualquier caso, hoy conocemos gracias a Cribeo un estudio muy interesante, pero potencialmente polémico. Proviene de la Universidad Autónoma de Madrid, y ha sido publicado recientemente en Evolution & Human Behavior. La conclusión es que las mujeres guapas son más egoístas que las demás, y parece que su belleza es la responsable.
Se tomaron como muestra 176 estudiantes universitarias, y se les planteó el dilema del prisionero, un clásico problema de cooperación en el que una actitud generosa beneficia a ambas partes. Además, se incentivó a las participantes con dinero, para mayor seguridad. Se intentó dar un tratamiento objetivo a la variable de la belleza, considerando factores como la simetría facial, el índice de masa corporal o la autopercepción de belleza. Y se ha descubierto que las mujeres más guapas eran menos altruistas y cooperadoras que el resto. De hecho, un estudio del 2010 apuntaba en la misma dirección en relación a los rasgos faciales agraciados de los hombres.
Los investigadores cree que el fenómeno tienen su origen en que las personas atractivas son tratadas mejor por la sociedad, y se las considera superiores. Esa ventaja implica que deben esforzarse menos en ser altruistas para conseguir lo que quieren. ¿Le pasará también esto a Valeria Lukyanova, la mujer que se ha convertido en una Barbie humana? Sin duda, un estudio interesante, que demuestra que el físico tiene más influencia en nuestra personalidad de la que creemos. Así que… ¡cuidado con las chicas demasiado guapas!
¿Qué opinas de esta investigación? ¿Das crédito a sus conclusiones, o no ves nada claro que la realidad sea tan simple?
Imagen | Courtney Carmody