La longeva historia del cine nos ha regalado ya cientos de películas. Tantos años han dado para mucho: desde obras maestras hasta los más sonados batacazos en taquilla. Cada día más, guionistas y directores se enfrentan a la complicada tarea de crear un concepto original.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, los tópicos se han convertido en uno de los principales ingredientes en la gran pantalla. Producir una historia apasionante e impactante se ha convertido en misión imposible y por ello cada día son más los guiones basados en una misma idea.
Hoy repasamos esas ideas que tanto hemos visto en las películas. Muchas de ellas han supuesto el punto de partida para muchas películas y, aunque cueste creerlo, parece que siguen funcionando.
El vengador
La figura de un protagonista que busca venganza siempre ha sido atractiva para los espectadores. El público tarda poco en engancharse a su trágica historia y la expectación se suma a la empatía que generan.
El personaje principal es una persona pacífica, pero tras un acontecimiento traumático se convierte en un ser cruel que peleará hasta el final por cumplir su revancha.
Ejemplos:
– Un ciudadano ejemplar (2009). Director: F. Gary Gray – Harry Brown (2009). Director: Daniel Barber – Taxi Driver (1976). Director: Martin Scorsese – Castigador (2004). Director: Jonathan Hensleigh
Un pequeño grupo contra un ejército entero
Sin duda, esta idea propicia siempre una épica escena inolvidable. Un reducido grupo de guerreros se enfrenta a un temible ejército y, en contra de todas las expectativas, logra imponerse de forma heroica.
Ejemplos:
– Bichos (1998). Director: John Lasseter, Andrew Stanton – Los siete samuráis (1954). Director: Akira Kurosawa – 300 (2006). Director: Zack Snyder
Tres solteros y un bebé
La historia de tres protagonista con personalidades opuestas a cargo de un bebé siempre engancha. Tres hombres que descubren sus propios demonios y que ven alteradas sus vidas por la presencia de un niño que necesita su ayuda.
Poco a poco, se van despertando en ellos cualidades positivas que el espectador descubre a lo largo de la película. Los protagonistas dejan a un lado sus propios deseos para proteger al bebé.
Ejemplos
– Tres padrinos (1948). Director: John Ford – Ice Age (2002). Director: Chris Wedge, Carlos Saldanha – Tres solteros y un biberón (1985). Director: Coline Serreau
Un guerrero que aterriza en tierra extraña y acaba aliándose con sus enemigos
En esta ocasión, la historia cuenta la aventura de un soldado que cambia de bando tras darse cuenta de que su enemigo no es tan malo como parecía. La idea siempre funciona, nadie puede resistirse a contemplar como dos antiguos enemigos acaban estando del mismo lado.
Ejemplos
– Pocahontas (1995). Directores: Mike Gabriel y Eric Goldberg – El último samurái (2003). Director: Edward Zwick – Bailando con lobos (1990). Director: Kevin Costner – Avatar (2009). Director: James Cameron
El romance imposible
¿Cómo acabar este post sin hablar del mítico amor shakesperiano? La historia entre Romeo y Julieta ha servido como base a otros amores trágicos no solo en la literatura, sino también en el cine.
Estamos cansados de ver adaptaciones, pero seguimos viendo estas películas porque tienen un elemento atrayente. A pesar de que el argumento no varía, los directores y guionistas introducen elementos novedosos que aportan un toque de frescura.
Ejemplos:
– West Side Story (1961). Directores: Jerome Robbins y Robert Wise – Memorias de un zombie adolescente (2013). Director: Jonathan Levine – Romeo + Juliet (1996). Director: Baz Luhrmann – El rey león 2 (1998). Directores: Darrell Rooney y Rob LaDuca
