Si hace unos días os contábamos que ya es posible imprimir huesos y cartílagos en 3 dimensiones, hoy os traemos un avance todavía mas inquietante. Y es que, según hemos sabido, investigadores de la Universidad de Washington han construido por medio de una impresora 3D una mano robótica que guardaría tantas similitudes con una mano humana que nos haría pensar que el mundo de los implantes biónicos están más cerca de lo que podríamos pensar.
Sin duda, venimos de unos meses cargados de noticias referentes a la impresión 3D y nos damos cuenta de que son cada vez más los avances que se consiguen con este tipo de tecnología. También nos podíamos imaginar que la impresión 3D se dirige, cada vez más, al mundo de la medicina y a todo lo que este tipo de herramientas puede aportar a la ciencia: prótesis, ensayos médicos,etc. Todo ello, eso sí, con un punto de vista de medio-largo plazo.
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Pero lo que no nos podíamos imaginar es que en pleno año 2016 conocierámos la existencia de una mano capaz de simular nuestros cartílagos, nuestros tendones, músculos y huesos. Además, han conseguido que los movimientos internos de todo este mecanismo sean casi exactos a los que puede hacer una mano humana.
¿Cómo lo han hecho?
Antes de nada, cabe de decir que todo esto se ha logrado gracias a un grandísimo avance en cuanto a programación informática se refiere. El lenguaje desarrollado permite a los ligamentos y a los huesos de la mano conectarse al cerebro para un uso sencillo de la misma. Esto resulta ciencia ficción, puesto que, como sabemos nuestro cerebro y su forma de funcionar mediante impulsos eléctricos resulta muy complicado de entender y, por tanto, de replicar.
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En cuanto a la morfología de la mano, la Universidad de Washington ha informado que la estructura ósea es una maqueta de una mano real, con la única diferencia de que esta mano robótica ha sido impresa por medio de láser en tres dimensiones. Los ligamentos han sido creados con cuerdas de altas resistencia recubiertos de latex, también cortado por láser, que pretende imitar el tejido blando de nuestra extremidad. Parece ser, que la parte más complicada ha sido la estructura muscular, la cual ha sido desarrollada con ayuda de pequeños servomotores que envuelven a los dedos para propocionarles la movilidad exigida.
Esperanza para la medicina
Esta mano robótica ha llamado la atención por su gran funcionamiento. Tal y como aseguran los investigadores, nunca antes se había desarrollado una tecnología con movimientos tan semejantes a los del ser humano. Esto ha albergado esperanzas dentro del mundo de la medicina que ya ve como una posible alternativa a las prótesis actuales este tipo de desarrollos. Ahora sabemos que músculos, cartílagos y huesos pueden ser diseñados en un ordenador para luego poder ser impresos en 3D. Se ha sabido, por último, que la mano ha sido fabricada con materiales biodegradables, por lo que adhesión al cuerpo humano sería más sencilla de cara a un posible rechazo del organismo.
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