Desde la creación de maquetas, prototipos o pequeños mecanismos hasta piezas dentales o prototipos de vehículos. El mundo de las impresoras 3D avanza a pasos agigantados brindándonos un futuro lleno de nuevas soluciones para la medicina, la ciencia o la tecnología. Esta semana, unos científicos estadounidenses han publicado que son capaces de producir huesos, músculos y cartílagos aptos para sobrevivir en animales.
¿Qué han conseguido?
“Ha sido todo un desafío producir tejidos a escala humana” ha declarado el doctor Anthony Atala, doctor en la universidad de Carolina del Norte. Según ha explicado el Dr. Atala, lo que han conseguido ha sido desarrollar un sistema integrado de impresión de tejidos y órganos capaz de crear una red de canales diminutos para nutrir los propios tejidos impresos una vez implantados en un animal vivo.
Los experimentos se hicieron con ratas y ratones. Se imprimieron en primer lugar, tejidos óseos que fueron debidamente implantados en los animales. Cinco meses después, se dieron cuenta de que el tejido era similar a un hueso normal con el añadido de que no tenía zonas muertas y de que tenían vasos sanguíneos.
La aplicación en cartílagos también ha sido exitosa, ya que después de su implantación en estos animales, se han observado zonas con células vivas, lo que indica que la creación de pequeños vasos sanguíneos también ha sido exitosa.
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¿Cómo cambiará nuestra vida la impresión 3D?
Las aplicaciones principales de la impresión 3D, son básicamente la reproducción de objetos previamente diseñados con programas de modelado tridimensional. La verdadera revolución no será qué podemos imprimir o cómo de grandes serán los objetos que obtengamos, si no el hecho de que si queremos llevar un coche o un determinado material, de un lugar a otro, bastará con transferir un archivo a través de la red e imprimirlo dónde deseemos.
Lo mismo pasará cuando la impresora 3D pasé de las grandes industrias a las propias casas de los usuarios. A día a de hoy, tanto las impresoras como los materiales necesarios resultan muy costosos. Se cree que sea cuestión de tiempo que estos costes se abaraten hasta el punto de que podamos a hacer un uso diario de esta tecnología, cambiando, por un lado, nuestra forma de comprar y, por otro, la forma en que las tiendas ofrecerán sus productos.
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¿En qué otros campos de la ciencia será utilidad?
Sin duda, la posibilidad de imprimir tejidos vivos y conectarlos a un sistema eléctrico tendrá mucha relevancia en próximos test con la inteligencia artificial. También cambiará el mundo de la medicina, donde tan complicado es a veces encontrar una prótesis compatible con un determinado paciente. Las aplicaciones son innumerables y aunque aún estamos lejos, el futuro que se abre ante esta tecnología es prometedor.
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