Algunas de las dudas más curiosas de la humanidad en la actualidad es si deberíamos colonizar un nuevo planeta o arreglar el nuestro y, de hecho, hay gente trabajando en ello. Todos conocemos la National Aeronautics and Space Administration, aunque tal vez te suene más si decimos NASA. Volvamos al tema principal, pues trataremos de un curioso proyecto que tiene abierto la organización durante éste año, además de haber batido un récord personal. Éste último ha sido dado a la gran cantidad de solicitudes que han recibido para viajar a Marte.
Como ya vimos hace no mucho, la NASA buscaba voluntarios para viajes a Marte y, finalmente, anunciaron los últimos resultados de sus entrevistas. De hecho, han recibido más solicitudes que nunca, pues superan las 18 mil. Esta cifra supera ampliamente las 8 mil propuestas vistas en 1978, y se cree que la causa principal fue la publicación del descubrimiento de agua en el planeta rojo, puediendo convertir Marte en un nuevo planeta Tierra.
”Hemos tenido que rechazar un gran número de solicitudes durante el proceso de selección. Sin embargo, es alentador saber que muchas personas saben reconocer esta gran oportunidad para formar parte de una apasionante misión de la NASA. Espero con mucho interés el momento de conocer a los hombres y mujeres con el suficiente talento como para alzarse ante tantos competidores” — Brian Kelly, director de operaciones de vuelo en el Centro Espacial Johnson de la NASA.
El periodo que ofrecían para presentarse comenzaba el 14 de diciembre del pasado año y finalizaba el pasado 18 de febrero. Según explican en su comunicado, se recibieron solicitudes de 18,300 personas que aspiraban a una pequeña cantidad de puestos que puede oscilar entre los 8 y los 14. Calculando, nos encontramos ante una posibilidad del 0,07 por ciento de lograr uno de esos puestos.
Preparando el posible viaje a Marte en Perú
También se ha publicado un proyecto comenzado por investigadores que se encuentran preparando el futuro viaje a Marte. Estos individuos tratan de encontrar un cultivo sostenible para cultivar en el planeta rojo; no obstante, está claro que no estamos ante un lugar precisamente fértil para cultivar. Por ello, los científicos de la NASA están en Lima (Perú), tratando de cultivar patatas en un microclima que simula el marciano.
Éste experimento comenzó durante enero en el Centro Internacional de la Patata, lugar destinado a la investigación y descubrimiento de seguridad alimentaria. Actualmente, están siendo cultivadas más de 100 especies diferentes de patata para así tratar de encontrar alguna que pueda adaptarse a las condiciones climáticas de Marte, lo cual no sería ninguna locura.
¿Por qué patatas? Es simple, pues una simple patata puede contener un 10 por ciento de la necesidad calórica de una persona. Los alimentos están siendo sometidos a variadas condiciones de ambientes ásperos y secos, para encontrar la especie adecuada que pueda crecer de forma normal y suficientemente correcta en el paisaje árido de Marte. La NASA tendrá el proyecto abierto hasta el mes de marzo, pero según American Scientific, el plazo podría ser ampliado unos meses más.
Los datos informan de que los investigadores han usado más de 90 kilogramos de tierra extraída de una zona del Desierto de Atacama, la cual es conocida por sus similitudes con el suelo marciano. Las pruebas tratan de hacer crecer las patatas, pero en caso de fallo, lo intentarán añadiendo nutrientes al suelo o usando aeroponía, técnica que trataría de cultivar en un ambiente húmedo pero sin suelo.
Entre más de 4,500 especies de patatas fueron seleccionadas 100, de las cuales 40 pertenecen a la zona de los Andes y las demás han sido genéticamente modificadas para ser más resistentes a la sal e inmunes ante los virus. Si todo va bien, la NASA encontraría una fuente de alimentación adecuada que produce suficiente cultivo y se reproduce de forma correcta. De momento, los científicos aspiran a mucho con optimismo, pues creen que varias especies pasarán las pruebas. De ser así, las patatas podrían ser uno de nuestros billetes a Marte.
