Es sabido por todos que hacer ejercicio físico de forma regular aporta grandes beneficios a nuestra salud además de ayudarnos a protegernos de enfermedades cardiovasculares, obesidad, etc. También, por supuesto, nos ayuda a sentirnos menos cansados y a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Lo que quizá no sabíamos es que hacerlo desde una edad muy temprana, podría ser aún más beneficioso, si cabe, para nuestro organismo. Esto ocurre, según una universidad norteamericana, a que puede alterar nuestro microbioma.
Qué es el microbioma
Se define microbioma como el conjunto de microorganismos que tenemos en nuestro interior. Según unos investigadores de la Universidad de Colorado, hacer ejercicio físico desde una edad muy temprana podría proporcionar a este microbioma una ventana de oportunidad para un mejor desarrollo a lo largo de los años.
Es como si naciésemos con una características propias y únicas en nuestro organismo que nos van a reportar un determinado estado de salud, y que, al hacer ejercicio durante nuestro desarrollo, pudiéramos mejorar dichas características.
Tal y como indica Monika Fleshner, investigadora de la Universidad de Colorado, “el ejercicio afecta muchos aspectos de nuestra salud, tanto metabólicos como mentales, y los científicos solo acaban de empezar a estudiar la plasticidad de los microorganismos intestinales”.
Qué aporta el microbioma a nuestro organismo
Según los últimos datos científicos, cada microbioma aporta más de cinco millones de genes al perfil genético de cada individuo. Es por ello, que esta modificación en nuestro cuerpo nos puede aportar tantos beneficios.
Aunque los resultados están por confirmar en un ser humano, todo apunta a que estas afirmación pueden ser totalmente contrastables, ya que, los experimentos se han realizado en animales que poseen un código genético muy similar al de los seres humanos.
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