El nuevo sistema operativo de Microsoft va a romper en muchos aspectos con lo que viene siendo habitual en esta empresa. El motivo principal de que hayan realizado este cambio de rumbo es poder ser competitivos en el importante mercado de las tabletas, para lo cual han diseñado la interfaz Metro (heredera de la de Windows Phone 7), perfecta para ser controlada de forma táctil. Y para tener éxito en ese segmento también era necesario adaptar el software a la arquitectura ARM, puesto que es la más común entre estos dispositivos debido a su bajo consumo energético. Si bien ya se había descartado que estos procesadores pudieran ejecutar antiguas aplicaciones x86, hasta ahora se daba por hecho que, además del nuevo aspecto visual, todos los tablets integrarían el escritorio tradicional.
Pero ZDNet sospecha que los de Redmond están estudiando eliminar la vista clásica de Windows en tabletas ARM. No sería extraño, dado que no tiene sentido mantener una interfaz incómoda para usar con los dedos en uno de estos aparatos, especialmente considerando que las aplicaciones deberán reescribirse para ellos, y lo normal sería que los desarrolladores optaran por basarse en Metro. De esta forma, Microsoft fragmentaría su nuevo sistema operativo y debería cambiar su postura oficial de que tanto el antiguo como el nuevo estilo son dos caras del mismo producto.
Queda por saber qué consecuencias podría tener esta decisión para los futuros portátiles con ARM pero, en lo que a las tabletas respecta, la medida resulta muy lógica. Sin embargo, opino que es un poco preocupante que los chicos de Steve Ballmer hagan cambios de tanto calado sobre su software a mitad del desarrollo, lo que me hace temer que la planificación inicial del proyecto ha fallado. ¿Qué te parece a ti esta modificación? ¿Ves necesario tener un escritorio tradicional en un tablet o crees que una interfaz concebida para un uso táctil es todo lo que necesitas?
