La verdad es que uno suele buscar cosas muy distintas en un PC de sobremesa all-in-one y en un tablet. En el primero requerimos una pantalla de amplias dimensiones, cierto nivel de potencia y un uso cómodo, aparte de mantener el escritorio ordenado y libre de periféricos. En un tablet esperamos un dispositivo compacto, fácil de transportar y que resulte ideal para consumir contenidos. Parecen conceptos opuestos e irreconciliables, pero algunos fabricantes están desarrollando PC convencionales que, gracias a un perfil muy fino y la inclusión de baterías internas, pueden transformarse en una especie de tableta de tamaño desproporcionado, que tal vez se vuelva idónea en los entornos domésticos para los que se crearon estos aparatos.
Hay que dejar claro que todo esto es posible gracias a Windows 8 y su nueva interfaz orientada a un uso táctil. Gracias a esto se pudo crear el ASUS Transformer AiO, una apuesta de los taiwaneses que permite extraer la parte de la pantalla táctil, de 18,4 pulgadas, y tener en ella un dispositivo Android, combinando lo mejor de dos ecosistemas muy dispares, pero sin renunciar a la potencia y la versatilidad de la versión clásica de Windows (de teclado y ratón) cuando resulta necesaria.
Por otro lado tenemos el Sony VAIO Tap 20, un modelo que alcanza las 20 pulgadas, como es lógico, y que se coloca de pie con un stand y se maneja con el combo de teclado y ratón de forma convencional. Cuando queramos llevarlo a otra habitación, para ver una película, por ejemplo, lo podremos hacer con su batería integrada y controlarlo con la pantalla táctil. Muy similar es la propuesta del Dell XPS 18, sólo que su grosor reducido y diagonal de 18,4 pulgadas pueden hacerlo más manejable cuando esté en modo tableta. Cualquiera de las tres máquinas usa procesadores x86, lo que nos garantiza trabajar con aplicaciones clásicas de escritorio cuando las necesitemos.
La duda que se me presenta es si este formato alcanzará el éxito entre los consumidores. Normalmente no solemos pensar en un sobremesa como un aparato móvil, ni siquiera para llevarlo de habitación en habitación, ni creemos que la inclusión de una batería integrada le otorgue demasiado valor añadido. Por otro lado, un tablet de 18 pulgadas es incómodo para mantenerlo entre las manos, lo que reduce su utilidad a emplearlo sobre una mesa, y en muy pocos casos será llevado fuera del hogar. En los próximos meses veremos si los consumidores aceptan estas propuestas, pero me temo que estos productos no están destinados a lograr importantes ventas.
¿Qué opinas tú del tema? ¿Crees que estamos ante el nacimiento de un segmento interesante, o consideras que estos productos están reservados a un nicho de compradores muy concreto?
