A Intel le va muy bien en su negocio de procesadores para ordenadores personales, pero lo cierto es que en el sector de los smartphones está lejos de dominar, y en el de los tablets también. Pero cada vez hay más móviles con tecnología de la marca, y las tabletas con Windows 8 tienen más éxito con chips x86. El resultado: el ecosistema ARM, dominante en el segmento móvil, se encuentra con un potente rival, y por lo tanto debe empezar a esforzarse para evitar perder cuota de mercado. Y aunque empresas como Qualcomm y NVIDIA son las que se llevan la fama, dependen mucho de sus proveedores.
En este caso hablamos de TSMC, que es la encargada de fabricar los diseños de muchas marcas. Pues bien, para principios de 2014 podrá pasar de manufacturar los procesadores a 20 nanómetros en vez de a 28 nanómetros, una mejora clave. Ya que permitirá que funcionen a una frecuencia de 3 GHz, y las estimaciones hablan de que ganarán un 30% de rendimiento reduciendo el consumo un 25%. Por supuesto, esto podría aumentarse por las modificaciones en los diseños que las distintas compañías realizasen, desde cambios de arquitecturas de ARM hasta las optimizaciones que aporten sus licenciatarios.
No debemos olvidar que estas mejoras afectarán a todas las plataformas: Android monta principalmente procesadores de este tipo, Windows Phone tiene un trato exclusivo con Qualcomm, y se comenta que Apple va a cambiar su proveedor de chips y en lugar de Samsung optarán por TSMC. En principio, el avance resulta muy de agradecer, pero no está nada claro que todas estas optimizaciones teóricas vayan a llegar al nivel esperado en la práctica. En cualquier caso, hasta bien entrado el año 2014 no nos llegará esta nueva tecnología, y entonces podremos comprobar si los aumentos en rendimiento y, sobre todo, en autonomía de la batería, son reales.
¿Qué opinas de esta mejora? ¿Piensas que marcará un antes y un después, o sólo representará un pequeño paso adelante?