La multinacional de Redmond se enfrenta a retos en todos los frentes: en lo respectivo a los smartphones, tiene que competir contra el incontestable dominio de Android y la fuerte alternativa que representa iOS, por lo que sus aspiraciones ahora mismo están puestas en consolidar la tercera plaza. Respecto a Windows 8, que no ha gustado por igual a todos los consumidores, en el segmento de ordenadores tradicionales no dispone de rivales naturales, pero el de las tablets está resultado mucho más duro, e incluso se han tenido que realizar ajustes de precio importantes en la Microsoft Surface, la tableta de la compañía.
En los mercados de referencia europeos (España, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido), entre mayo y julio de este año Windows Phone ha ganado un 3,3% de cuota de mercado, quedando establecida en un 8,2% en total. Eso sí, se logran estos datos gracias al desplome de BlackBerry, Symbian y otras opciones minoritarias, porque ni Apple ni Google ceden lo más mínimo: al contrario, han crecido. La otra buena noticia es que, de julio a agosto, Windows 8 ha crecido casi dos puntos de cuota de mercado, quedándose en el 7,41%, y superando a OS X. Por otro lado, considero positivo que Windows XP caiga casi cuatro puntos porcentuales, puesto que su soporte está próximo a finalizar.
Seguro que en estos buenos datos han intervenido las bajadas de precio de la familia Surface, y la adquisición de ordenadores para el curso escolar, que inevitablemente vienen con Windows 8, salvo contadas excepciones. Respecto a Windows Phone, modelos ambiciosos como el Nokia Lumia 1020 y, sobre todo, otros más asequibles como el súper ventas Nokia Lumia 520 están consiguiendo que los esfuerzos de Microsoft en el campo de los smartphones empiecen a fructificar. Esperemos que la tendencia siga, y se vean capaces de competir contra Google y Apple.
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