He matado a un hombre. Había salido con amigos, todos estábamos bebiendo mucho, yendo de bar en bar, simplemente intentado pasarlo bien, y perdí el control.
Estas son las palabras con las que Matthew Cordle comienza la confesión de su crimen. Ha elegido como vía para hacer público su mensaje el popular de sistema de vídeos YouTube, ya que no sólo está dispuesto a afrontar las consecuencias de sus actos, sino que quiere que se conozca su caso para que no ocurran de nuevo accidentes de tráfico como el que le ha costado la vida a un hombre de 61 años.
No cabe duda de que las bebidas alcohólicas no representan la compañía adecuada al volante. El vídeo muestra un nivel de elaboración bastante elevado, pero por ahora se considera como auténtico. Al parecer, en su producción colaboró un grupo especializado en confesiones a través de las redes sociales, lo que explica su sofisticación. La familia del fallecido ha sido informada de todo el asunto, y Cordle es consciente de que podría evitar cualquier problema mintiendo sobre lo que pasó esa noche, pero cree que no debe deshonrar la memoria de su víctima de esa manera, y además considera que su caso tiene que resultar ejemplarizante.
Sobre estas líneas está el vídeo completo, en inglés, puesto que los hechos ocurrieron en Ohio, en Estados Unidos. Por ahora, no se han presentado cargos contra Cordle, pero parece ser que el fiscal correspondiente ya ha visto y descargado la pieza, para usarla como prueba. Lo lógico me parecería que, cuando se inicie el proceso judicial, no resulte necesaria ninguna investigación, y el acusado se declare directamente culpable. La verdad, se trata de un testimonio verdaderamente valiente, de un hombre honrado e íntegro, que cometió un grave error, pero no tiene miedo a afrontar sus consecuencias. Todos debemos tomar ejemplo de su caso para que no se vuelva a repetir.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que el sistema utilizado resulta el más apropiado para concienciar a otros conductores?
Responsable? Lo atropella y se da a la fuga! Estamos locos? Lo primero habría sido quedarse ahí, y después entregarse a la policía.
Bueno, a veces hay que pensar las cosas en frío para darse cuanta de qué es lo correcto…
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