Un all-in-one (o bien un todo-en-uno) se trata de un ordenador que aglutina detrás de la pantalla todos sus componentes, sin necesitar una torre. Sólo requiere de accesorios como un teclado y un ratón, que normalmente son inalámbricos. El iMac de Apple fue el predecesor de este concepto, que a día de hoy se ha vuelto muy popular. No se trata de la elección idónea para quien necesite un equipo muy potente (para jugar, por ejemplo) ni tampoco si tenemos planeado cambiar muchas piezas a lo largo de su vida, pero para el público general representa la opción más interesante a la hora de adquirir un sobremesa. Estas son las razones:
– Ahorro de espacio: no todo el mundo tiene sitio para una aparatosa torre y un gran monitor independiente, aparte de que tampoco se trata de una opción demasiado “decorativa”. Un all-in-one resulta más compacto y, desde luego, estéticamente más agradable.
– Orden en el escritorio: la opción tradicional pasa por conectar infinidad de cables, que resultarán un lío a la hora de cualquier reconexión, complicados de limpiar y que dan sensación de desorden. Un todo-en-uno sólo necesita un único cable de alimentación, y aún así puede transformarse en un caos si empezamos a agregar periféricos externos. Si fuera un formato normal, la situación se volvería mucho peor.
– Imagen: si tienes una oficina o un negocio, no te gustará que el público te vea empleando un “cacharro” más propio de una empresa. Y en tu casa puedes resultar igual de escrupuloso. Así que optarás por modelos de lo más elegantes, que visten cualquier mesa, son una gozada para la vista y dicen mucho de su propietario.
– Variedad de sistemas operativos: en el mercado existen opciones con OS X, Windows e incluso Android. Si eres aficionado a Linux, no te costará instalarlo en una de estas máquinas, por lo que las posibilidades de software resultan muy completas.
– Pantallas táctiles: Windows 8 está pensado para su uso con los dedos, pero hay pocos monitores que ofrezcan esa prestación. Sin embargo, entre los all-in-one resultan muy comunes, por lo que se volverán muy útiles para sacar partido al último sistema operativo de Microsoft.
– Los tabletop: se trata de un formato emergente, en el que el ordenador todo-en-uno es muy delgado y ofrece una pantalla de diagonal contenida, lo que permite transportarlo y usarlo en otra zona de la casa como una especie de tablet gigante, gracias a su batería integrada. Un concepto muy original (que no renuncia al teclado y al ratón) y con mucho futuro.
– Facilidad de uso: hay muchas variables que pueden fallar en un ordenador para un novato, pero con un todo-en-uno simplificamos un poco. Un solo botón de encendido, ningún cable que se pueda desconectar por error, puertos accesibles y claramente identificables… A veces, a determinados usuarios hay que ponerles las cosas lo más fáciles posible.
Estas son las razones por las que aconsejo adquirir uno de estos dispositivos para nuestro hogar (o incluso empresa, pues sus precios cada vez resultan más ajustados). Soy plenamente consciente de que estos argumentos no convencerán a todos por igual, habrá a quien el espacio, la estética y el orden en el escritorio no le parecerán aspectos importantes. Pero, como usuario durante años de varios de estos aparatos, sólo puedo decir que estoy muy satisfecho, por lo que te aconsejo que valores este formato para tu próximo sobremesa.
