Una solución a las caries que no requiere taladros, empastes ni dolor

¡Estamos en el futuro! Si ya queda poco para poder comprar una motocicleta voladora… ¿cómo puede ser que tratar una caries resulte tan desagradable? Una inyección, el taladro del dentista (que muchas veces duele) y luego un empaste, que no deja de suponer aplicar un parche ante la imposibilidad de resolver el problema. Pues bien, últimamente hay movimiento en este campo, con la noticia de que el uso del láser podría hacer que los dientes dañados vuelvan a crecer. Y ahora conocemos una alternativa aun más sencilla y eficaz, que promete conseguir que comer dulces no vuelva a provocar que nos sintamos mal por nuestra dentadura.

Leemos en Gizmodo que unos investigadores del King’s College de Londres quieren lograr que las caries desaparezcan al aplicarles impulsos eléctricos. El problema que las causa es que los dientes se debilitan cuando los minerales que los protegen se degradan. La electricidad haría que el diente se recuperara, absorbiendo los minerales de la saliva o de un colutorio. Afirman que el proceso sería indoloro, y no que requeriría más tiempo que un empaste normal, aunque no se ha comentado nada sobre si el precio resultaría similar o superior.

Los creadores de esta técnica creen que se podrá empezar a aplicar en las clínicas del Reino Unido en un plazo de tres años, y su adopción se verá facilitada por el hecho de que ya se utilizan descargas eléctricas para determinados tratamientos. A mí, que me gusta probar cualquier dulce que se pone de moda, me parece genial que las visitas el dentista se vuelvan menos dolorosas. Además, se abren las puertas a conservar nuestros dientes naturales de por vida, sin que acaben por ser sustituidos ante el deterioro de los años. ¡Esperemos que este sistema se haga realidad lo antes posible!

¿Qué piensas tú de la noticia? ¿Tienes fe en este equipo, o no ves claro que su promesa se vaya a volver realidad?