La industria de la música ha sufrido tanto por la piratería que empieza a dar pena. Al principio, tuvo bien merecido su castigo por los precios exagerados que imponía, pero a día de hoy se encuentra en tan mala situación que nos regala música mediante Spotify, casi sin ninguna limitación ya. Desde el año pasado, hasta podemos escuchar Spotify en el móvil sin pagar. Pues bien, los resultados de lo que no es streaming cada vez se vuelven peores, y eso es grave, porque la música online apenas deja beneficios a las discográficas, y mucho menos a los autores.
Según leemos en Variety, en lo que llevamos de año la situación ha empeorado: hasta el 29 de junio las ventas de CDs bajaron un 15% respecto al mismo periodo del año anterior, de 142 millones a 121 millones. Las descargas digitales de canciones se redujeron un 13%, desde 682 millones hasta 593 millones. Sin embargo, los contenidos en streaming (videoclips o música) subieron un 42%. Las ventas de vinilos crecieron un 40%, desde los 2,9 millones hasta los 4 millones, la única cifra positiva para la industria, aunque difícilmente este segmento podrá compensar los demás problemas del mundo de la música.
El CD más exitoso de lo que llevamos de 2014 es el de la banda sonora de Frozen, la película de Disney, el único que ha sobrepasado el millón de copias. Y la canción más descargada es Happy de Pharrell Williams, que se ha vuelto popular hasta en Irán. Respecto al streaming, la campeona es Kate Perry con su Dark Horse. No cabe duda de que la música ha evolucionado mucho. Ni de que el sistema actual no resulta demasiado bueno para las discográficas, pero los pequeños grupos seguramente sufran mucho más. Hace veinte años nadie lo pensaría, pero parece que hemos llegado a un punto en el que la música se ha vuelto demasiado barata.
¿Qué opinas del tema? ¿Tú aún compras CDs, o no te acuerdas del último que has utilizado?
Imagen | Antonio Campos Domínguez
Sinceramente, creo que la música está en su mejor momento. Cuando me refiero a la música no me refiero a las discográficas, esas grandes empresas acostumbradas a un negocio fácil pero anticuado que cae día tras día y no hacen nada por evolucionar.
A día de hoy la música y los músicos están mas vivos que nunca, se escuchan cantidades ingentes de música y hay mas grupos que nunca, sobretodo gracias la la piratería, la cual no me gusta llamarla así, pero es como mejor se entiende.
Hoy en día hay gran cantidad de grupos pequeños que gracias a las descargas alegales (porque no son ilegales) se han llegado a convertir en grupos de interés mas conocidos y que se ganan la vida de los conciertos. Este creo que es el actual modelo de negocio, que funciona realmente bien. Artista lanza su album, gente curiosa lo descarga por curiosidad, lo escucha, le gusta, y posteriormente acude a un concierto, del cual el artista recibe un buen pellizco.
Atrás quedaron los modelos de negocio estilo Alejandro Sanz en los que se enriquecían gracias a las ventas de discos, digo enriquecían porque vendían millones de discos, de los cuales ellos sacaban una cantidad ínfima, en torno a 1€ por CD, mientras los otros 19€ eran para la discográfica. En este modelo de negocio había claramente 2 niveles, el de Alejandro Sanz, que tenía muchísima publicidad, y que repercutía en la venta de discos, y el de los pequeños grupos que luchaban para poder tener algo de publicidad para poder sobrevivir, y muchos de ellos desaparecían, debido a que sin publicidad la música no llegaba a la gente, ya que nadie estaba dispuesto a pagar 20€ por un CD de un grupo desconocido que no sabes si te va a gustar.
Aquí es donde entra en juego la nueva modalidad del negocio, escuchar de todo porque “es gratis” y el que guste, lo verá repercutido con beneficios en conciertos. Se me ocurren gran cantidad de artistas de hoy en día, que jamás han estado en los 40 principales, ni han tenido un anuncio en TV, y que actualmente están haciendo giras por todo el mundo
Esta es la situación actual, me parece ideal como gran aficionado a la música que soy, porque veo que está mas viva que nunca
[…] va camino de depender completamente del streaming, con programas como Spotify a la cabeza. La bajada de las ventas de CD’s y de la descarga de canciones así lo atestigua, pero hay un país en el que todo es distinto. Mientras que en Suecia los formatos físicos sólo […]