Una visión personal sobre el nuevo Spotify de pago

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Las recientes modificaciones en Spotify, que han hecho casi obligatoria una suscripción con coste para sacarle partido, causaron gran malestar en la Red. Sin embargo, es interesante reflexionar sobre si vale o no la pena pagar por todo lo que nos ofrece el servicio.

Desde el pasado día 1 de Mayo los usuarios del reproductor musical Spotify han sufrido serios recortes en las prestaciones de las cuentas gratuitas. Para quien no lo conozca, este popular servicio nos da acceso a un catálogo con unos 13 millones de temas, incluyendo la mayoría de los éxitos pertenecientes a las grandes discográficas. En lugar de descargar las canciones a nuestro disco duro, las escuchamos en streaming, pudiendo usar el buscador integrado para encontrar la que nos interesa, que luego tenemos la opción de añadir a una de nuestras listas de reproducción.

Hasta este momento disfrutábamos de casi todas las funciones sin pagar un céntimo, la financiación se lograba gracias a la publicidad incluida. Quienes se registraron recientemente sí tenían un máximo de horas mensuales, y para usar la aplicación en nuestro smartphone debíamos pasar por caja de forma obligatoria. En cualquier caso, no era previsible que se mantuviese para siempre una oferta de música legal, ilimitada y sin ningún coste. Por lo tanto, a nadie le cogen de improviso los profundos cambios realizados.

Una visión personal sobre el nuevo Spotify de pago

Las cuentas básicas se orientarán en el futuro a descubrir nuevos talentos, ya que sólo tenemos diez horas al mes de reproducción, y una vez escuchamos una canción cinco veces deja de estar disponible. A partir de ahora deberemos abonar 4,99 euros de cuota si queremos acceso ilimitado y sin publicidad en nuestros ordenadores, o 9,99 si a mayores vamos a usar la versión para móviles. Esta segunda opción nos abre posibilidades como oír nuestras playlists favoritas sin conexión a Internet o disponer de un mayor bitrate. La división entre estas dos suscripciones resulta un poco artificial: no parece que los usuarios de una supongan inversiones mucho mayores que los de la otra, más bien la impresión es que se recortan opciones de la alternativa más sencilla para forzarnos a gastar más.

Mi situación frente a Spotify

Después de este cambio de condiciones, enseguida me di cuenta de lo importante que se había convertido este programa para mí. Las diez horas ofrecidas se me acabaron a media tarde del día 4 de Mayo. Me encontré con que ya no tenía apenas MP3 descargados, y empecé a pensar en si valía la pena pagar por Spotify.

Lo cierto es que cuando lo comenté en mi entorno, nadie consideraba lógica esa opción. Se me recordaba continuamente la existencia de “otras maneras” de conseguir música sin hacer ningún desembolso, e incluso me aseguraban que los servicios P2P son muy positivos, ya que permiten a los artistas darse a conocer para que luego los fans compren sus discos, vayan sus conciertos o adquirieran merchandising. Pero tener acumulados círculos de plástico en las estanterías me parece un poco anticuado, asisto a directos en pocas ocasiones y las camisetas musicales no forman parte de mi look habitual. La decisión se resumía en una pregunta sencilla: ¿las personas que dedican su vida a crear música merecen cinco euros de mi bolsillo todos los meses?

Una visión personal sobre el nuevo Spotify de pago

Sé muy bien que ese dinero no se va a repartir con equidad entre los autores, pero son muchas las empresas que pagan salarios ridículos a sus trabajadores y no por ello les robamos. En el fondo del asunto está el problema de la propiedad intelectual. ¿Debe ser el acceso a la cultura libre? Mi opinión quizá no sea popular en la Red, pero yo pienso que no. La cultura ha de ser asequible, pero no gratuita necesariamente. Tampoco quiero decir que me parezcan aceptables las draconianas leyes del copyrigth vigentes. Una vez pasado un período prudencial, una creación artística tiene que pasar siempre al dominio público. Y es incoherente que se legisle contra la piratería y se siga cargando un canon digital en muchos artículos. Por otro lado, dado que la distribución por Internet nos permite disfrutar a muchas personas del mismo bien sin costes derivados de la duplicación, la música se puede abaratar mucho. Además, como vivimos en una sociedad capitalista, lo lógico sería beneficiarnos de mercados con un sano nivel competencia (algo por lo que que las autoridades tienen obligación de velar, y que durante muchos años no han hecho en este sector). Y una fuerte competencia significa precios bajos.

Conclusión: vale la pena

Para mí, Spotify cumple las premisas anteriores. El importe mensual que representa es más que razonable: por cinco euros me ofrece un catálogo muy amplio (aunque con ausencias notables), que crece todos los días, y sin límites de tiempo. Por lo tanto, como la industria discográfica ha roto al fin el inaceptable pacto de precios que mantenía, yo ahora estoy dispuesto a pagarles por su trabajo del mismo modo que hago con el panadero, la compañía del gas o mi casero. Aunque la naturaleza inmaterial de una canción la hace por completo distinta a los otros ejemplos, lo relevante aquí es que todos aquellos implicados en el mundo cultural deben tener un incentivo para sacar adelante sus obras.

En mi caso, escucho música sólo cuando estoy delante del ordenador. Otras personas la consumen en movilidad, y la cuota se duplica para poder acceder desde un smartphone. Por no hablar de que si usamos un reproductor de MP3 convencional, esta suscripción no servirá de nada, y tendremos que descargarnos los archivos por otro medio. Así que comprendo que mi situación es especialmente propicia para que me haya conquistado el servicio, pero que no todo el mundo está en mis circunstancias. Debe ser cada uno el que valore lo que necesita, lo que está dispuesto a gastar en ello, y decidir al respecto.

Una visión personal sobre el nuevo Spotify de pago

Imagino que después de la polémica que ha suscitado este movimiento de Spotify en la comunidad internauta, y considerando el debate respecto al tema de la propiedad intelectual que ha generado la reciente aprobación de la Ley Sinde, vosotros también tendréis una opinión sobre los nuevos precios que ha establecido la compañía líder en el campo del streaming musical. No dejéis de explicarnos en los comentarios si creéis que Spotify es una alternativa razonable a la piratería, qué os parece el cambio de condiciones y si os planteáis o no suscribiros en el futuro.

Página oficial | Spotify
Imagen | The Pirate Bay

Archivado en Música, Propiedad intelectual, Spotify, Streaming
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Comentarios (16)

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  • Ckokpenno dice:

    Para mi el que crea algo invirtiendo mucho esfuerzo y a veces mucho dinero, es el que decide bajo que condiciones pueden disfrutarlo los demas. El que una tercera persona tome esta decisión es totalmente surrealista, además de que en mi opinión es totalmente inmoral y está bien que sea ilegal. Lo de spotify totalmente gratis era algo demasiado bueno para ser verdad. Aunque no me parece una opcioón muy cara poder escuchar las prácticamente las canciones que quieras pagando 5 euros al mes, cuando hace no muchos años pagábamos 12€ (como poco) por 12 canciones.

  • Dr.Floyd dice:

    Pues lamento discrepar. Alguna vez tenía que ser xD

    El acceso a la cultura ha de ser libre. Esto para mí no es negociable ni admite discusión, y si el “derecho” a lucrarse o a vivir de la “creación” de intangibles (cosas que Soddy correctamente calificaba como no sujetas a las leyes de la termodinámica) entra en conflicto con esto, lo siento mucho. Es más, esto incluso perjudica (como bien lo saben) los que tienen la sartén por el mango en el tema de la manipulación cultural de la sociedad (como una forma de control), lo que buscan realmente es un equilibrio entre cómo sacarle el dinero a la gente pero por otro lado que todo el mundo reciba su dosis de soma, quiero decir, de cultura oficial del sisetma. Porque saben perfectamente que excluir a la gente de este tipo de cultura lo que hará será crear otra, ésta sí libre, que acabará imponiéndose a la primera y sobre la cual no tendrán ningún tipo de control.

    Dicho lo cual, y ni entrando en argumentos sobre esto o aquello, concuerdo que no (querer) pagar 5 € es de una miseria mental y física bochornosa que debería avergonzar a quien argumenta en contra, porque no hace al caso con la discusión que planteas. Yo estoy de acuerdo con compartir gratis, y se debe dar esa batalla, pero francamente creo que vale más la pena pelear por Wikileaks o por libros de texto e información técnica al alcance de todos, gratis, que por una estupidez de seudoproducto cultural (más industrial que otra cosa, nada de artesanal ni tradicional), léase una bobada de Jólibuz o un grupo musical que dentro de 20 años la gente que ahora lo oye hasta la náusea se preguntará cómo podían gustarle semejantes cosas.

    Spotify tiene servidores, mantenimiento, profesionales, etc. eso cuesta, hay que pagarlo. Tiene su papel en esta guerra y yo creo que muy positivo. No querer pagar 5 € no tiene justificación ni política ni ideológica, es simplemente una cutrez mental por cierto muy española. Lo siento a quien se dé por ofendido (o no lo siento).

    • Anónimo dice:

      Sin entrar en polémicas, me gustaría comentar que en Spotify una de mis listas de reproducción favoritas es de música clásica, que no creo que nadie considerara un “seudoproducto cultural”.

      Sin duda hay cosas más importantes que la música para compartir, en eso estoy de acuerdo. Pero si miramos Internet, en muchas partes se ofrecen tutoriales de toda clase, hay personas que se ayudan las unas a las otras, se revelan datos confidenciales y se organizan proyectos. Wikileaks es un caso muy especial, pero en general en el corazón de Internet está grabada a fuego la máxima de que la información debe fluir.

      • Dr.Floyd dice:

        No estaba hablando de Spotify ni su oferta, se me fue la pinza y pensaba más en determinados productos industriales que circulan en las redes P2P (en realidad, además, están respondiendo precisamente a las campañas de marketing que se hacen para propagarlos). Cuando pensaba en productos seudoculturales pensaba expresamente en churros exprés como los que hacen ciertos “artistas” que insultan a sus clientes y ellos evaden su dinero a la hacienda española. No evalúo a la música por el género, sino por la calidad.

        Sin enredar más, creo que no es comparable hacer tutoriales con acceder a información de otro tipo, yo puedo hacer un tutorial de bioquímica, pero siempre será mejor acceder a todos los textos que haya disponibles. Esto es el viejo debate de la cooperación vs. individualismo, agravado por la usura descontrolada en la que ha entrado nuestra sociedad. En realidad, en las sociedades humanas donde la información fluye son las que salen adelante, en las que ésta se controla, y se totalitariza su disposición, no suelen ser precisamente ejemplos brillantes de éxitos en la supervivencia. Internet no es más que otro medio para expandir información, y puede acabar tan controlado como la televisión o la imprenta.

  • Joshua Silva dice:

    Yo tengo Spotify Premium desde hace más de medio año, y es una de las cosas que más a gusto pago; para mí tener sincronización instantánea entre PC y móvil (bidireccional), con la posibilidad de añadir canciones “al vuelo” y encima legal, vale esos 10 euros al mes

  • Mr. Pan dice:

    Gran artículo. De acuerdo en todo.

  • Raulcvc dice:

    Muy bueno tu artículo, pero no estoy del todo de acuerdo contigo. Spotify también es muy importante para mí: desde hace cuatro años, no escucho música, practicamente desde ningún otro servicio [lícito o no] y desde que uso Spotify he aumentado mis gustos musicales y he descubierto grupos a los que es difícil acceder desde otros medios, pero estas ventajas las tenía en el servicio gratuito. El servicio premium no me parece tan razonable. Para empezar, ¿quién garantiza que dentro de unos cuantos años, todas las ventajas del servicio se pierdan porque las compañías discográficas, que son las que han impuesto las nuevas restricciones, decidan que el Spotify no les resulta rentable e impongan nuevas restricciones al servicio de pago o fuerzen su cierre? Entonces ¿para que habremos estado pagando la suscripción? La música no funciona como un video club en el que alquilas una película por unas horas. la múscia se escucha mientras haces otras cosas por lo que este servicio de renting no me parece apetecible. Segundo ¿por qué no resuelven el problema del acceso gratuito añadiendo más publicidad al servicio? Mientras los anuncios no interrumpan la reproducción la publicidad puede incrementarse sin que el servicio se viera afectado. Por último resulta paradójico que haya sido el intento por parte de los suecos de entrar en el mercado norteamericano lo que haya acabado con una restricción del servicio en el resto del mundo. Me parece muy indicativo de la actitud de los EE.UU. hacia el resto del mundo.

    • Es fácil… pagas como un servicio… si dejan de ofrecerte el servicio dejas de pagar. ¿Por qué habrás estado pagando? Por haber disfrutado del servicio durante todo ese tiempo.

    • Anónimo dice:

      A mí también me gustaría que hubiera una versión ilimitada financiada por la publicidad, pero imagino que los responsables hicieron cuentas y no fue posible. De todas formas quizá con el tiempo la publicidad sea más rentable, porque muchos anuncios que emitían no eran de terceras empresas, sino propios.

      Es posible que las discográficas, que ya han demostrado ser bastante codiciosas en el pasado, echen a perder el servicio. Como dice @eugenioestrada:disqus , si eso ocurre nos podemos dar de baja y buscar otras opciones.

  • Vilacor2000 dice:

    En mi caso Spotify se había convertido en la alternativa a la piratería. Hace cuatro años que sólo escucho Spotify en mi ordenador y que no descargaba música. El servicio premium no me lo acabo de creer: prefiero escuchar la música en Spotify de modo gratuito y comprarme las canciones o discos que me realmente me convenzan. Nadie garantiza que el servicio premium continúe como lo conocemos o simplemente desaparezca por la presión de las discográficas americanas. Y si eso ocurriese [y creo que es muy posible] habríamos perdido nuestro dinero y el acceso a la preciada música. Insisto: puesto a gastarme el dinero en música prefiero disfrutar de un concierto o comprarme un disco que alquilar un servicio de acceso que está visto no tiene toda la seguridad de continuar en el tiempo.

  • Pepe dice:

    quien quiere cultura libre no necesariamente la quiere gratis. free en inglés significa libre y gratis. pero cuando se habla de “free culture” significa libre. y no gratis

  • Kw dice:

    Deacuerdo en todo salvo en que sea anticuado acumular discos. No entiendo que se hable de soporte físico como si fuera el demonio. Si compras música, que también lo puedes hacer en Spotify, lo que haces es almacenarla en el disco duro, que no deja de ser un soporte. Si compro un CD, lo paso al reproductor personal que es otro soporte. No entiendo que se hable de esas diferencias. Por otro lado, creo que todo depende de la necesidad de consumo de novedades. Si consumes muchas novedades el spotify premium incluso puede ser una buena y económica opción. Yo particularmente soy consumidor de clásicos y llegado un punto, no aumenta mucho la colección por lo que mi opción lógica es la de localizar lo que quiero en la modalidad gratis y luego comprar el disco que tiene varias ventajas y calidad.

  • Mrjosito dice:

    Yo llevo usando Spotify premium desde hace casi un año. No es solo por que pueda usarlo en mi Smartphone, la opcion de poder descargarme a el hasta 3333 canciones de manera legal me parece una pasada.

  • vay dice:

    Yo estoy a favor de la divulgación de la cultura, y cuanto mas masiva mejor, creo que eso es bueno para el mundo y para arte y artistas en general. El orden cambia y quien sea bueno ganará dinero. Creo sinceramente que el verdadero administrador de la cultura debe ser los que la consuman y no los que ganen cantidades ingentes de dinero con ella, esto ha sido el cáncer de nuestros tiempos, y estos “brokers” representan lo que ya debería no ser necesario, y de echo, no lo son, hoy en día puedes grabar un disco con una buena calidad en tu casa y subirla a la red. Y digo mas, internet también debería ser bien público.

  • danielG dice:

    Es una buena alternativa a la “demonización” del intercambio de música. Yo soy usuario de pago en LastFM,( no soportaba las voces elegidas para la publicidad que interrumpían la emisión en Spotify). Estoy muy conforme con el servicio que ofrecen y además me permite conocer música que de otra forma me sería imposible conocer. Si además con esto ayudo a calmar al demonio de la propiedad intelectual, pues mejor aún. Solo una acotación a tu post. No utilices términos que solo ayudan a desinformar y clasificar negativamente un comportamiento muy humano como lo es compartir: no llames pirata al que hace ese gesto.

  • yo como tú me suscribí a spotify hace una semana, lo utililzo en la oficina y para ir a correr en el móvil. Me parece un buen servicio a un buen precio y aunque parezca una tontería me hace sentir mejor conmigo mismo al no bajarme música pirata

  • Rafa dice:

    Lo de pagar cinco euros al mes me parece de risa. Voy a suscribirme. Spotify me permite disfrutar de discos de toda condición sin tener la casa llena de objetos (entre libros y discos, pronto tendría que comprarme una nueva casa, y eso no es posible). Escucho música durante todo el día. Spotify me facilita mucho las cosas, la verdad.

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