Durante estos días hemos visto en la feria CES 2013 importantes avances en los televisores, como modelos con tecnología OLED (que ofrece colores muy vivos, buenos tiempos de respuesta y ángulos de visión casi perfectos) o pantallas curvadas. Pero las resoluciones de estos dispositivos también recibieron mejoras, sobre todo considerando que ya existen móviles con paneles 1080p. Así que la moda de este año ha sido el 4K (o Ultra HD, que parece que será su nombre comercial), un estándar que alcanza 3.840×2.160 píxeles, cuatro veces el tope que incluye una pantalla convencional. Un paso adelante importante, pero también un reto para la industria.
El primer problema que surge es que el precio que estos dispositivos resulta, por ahora, muy elevado. Cifras que rondan los 20.000 dólares (como mínimo) hacen augurar que pasarán años antes de que el consumidor medio pueda permitirse acceder a uno de estos equipos. Pero ese no es el único inconveniente: 4K sólo tiene sentido en tamaños de pantalla enormes, en los que podamos apreciar los píxeles extra, pero que no caben en el salón de cualquier casa. ¿Acabarán los fabricantes utilizando esta resolución en diagonales de pantalla en las que no sirve de nada (como ha pasado con Full HD), o esta vez se impondrá el sentido común?
Ya hemos visto propuestas de Panasonic y de Sony que combinan 4K con tecnología OLED, mientras que otras marcas ya habían apostado por dimensiones muy superiores. Incluso se mostraron productos un tanto extraños, como un tablet de 20 pulgadas con esta resolución, que me parece un despropósito, al menos mientras mis ojos no pueden comprobar cuál es la ventaja que ofrece una densidad de píxeles tan gigantesca. Sin embargo, el mayor problema que encontramos es la falta de material nativo en Ultra HD, un inconveniente que sólo Sony parece dispuesta a solventar, y que puede ser el verdadero talón de Aquiles del formato.
En mi opinión, la presencia de este nuevo estándar en la feria de tecnología de Las Vegas no significa nada más que una declaración de intenciones. Pasarán bastantes años hasta que podamos ver un televisor de este tipo en un hogar común, y no parece que la industria del entretenimiento haya diseñado aún un sistema que permita distribuir sus contenidos a resolución 4K. Como entusiasta de la tecnología, estoy emocionado con este avance y deseando probarlo lo antes posible, pero tengo serias dudas respecto a que la recepción del público vaya a ser cálida, considerando que Full HD ya ofrece una calidad suficiente para la mayoría de usuarios.
¿Cómo ves tú este tema? ¿Crees que Ultra HD despegará pronto, u opinas que pasará mucho tiempo antes de que llegue a las masas?
