En Xombit somos apasionados de la tecnología, y nos gustaría tener un televisor de 105 pulgadas, un ordenador capaz de manejar tres monitores 4K o una tablet de prestaciones increíbles. Pero nuestros presupuestos están limitados y somos conscientes de que, muchas veces, las novedades que nos atraen no resultan demasiado útiles todavía. Así que, como tantos otros geeks, prestamos atención a todo lo que la industria va presentado, pero sólo adquirimos aquellos productos que necesitamos y que ofrecen una buena relación calidad precio. Sin embargo, en Navidad parece que todo se vuelve un poco distinto, y que se trata de una época del año destinada a los excesos.
Muchos recibiremos o haremos regalos tecnológicos. En esta época de crisis, hay personas que lo están pasando verdaderamente mal, pero quien se plantea entregar una tableta o un teléfono inteligente suele tener sus necesidades más que cubiertas. No quiero decir que no podamos agasajar con gadgets pero… si tenemos un Google Nexus 4, ¿vamos a comprar un Google Nexus 5, que poco aporta? ¿Necesitamos una PlayStation 4 ahora, cuando dentro de un año será más barata y realmente dispondrá de juegos interesantes? ¿Debemos cambiar nuestro viejo portátil sólo por estar algo anticuado frente a un atractivo ultrabook?
Muchas veces uno se ve en la situación de no saber qué comprar porque su ser querido “ya tiene de todo”. La verdad, creo que resulta sabio reconocer que ya disponemos de las cosas que nos hacen falta, pero lo más difícil surge cuando hay que actuar en consecuencia. En los casos en los que no hay una necesidad específica que satisfacer, lo mejor me parece regalar un detalle cariñoso. Luego, cada uno es libre de decidir qué hacer con su dinero, si prefiere ayudar a los menos afortunados o decantarse por ahorrar para el día de mañana, que tampoco lo considero una mala idea.
Lo que veo claro es que no debemos malgastar recursos en ningún caso, por mucho que nos encontremos en Navidad. Aunque ya existen opciones para intercambiar objetos sin dinero de por medio. En cualquier caso, el dispendio económico y ecológico que representa adquirir un gadget que no hace falta me parece demasiado grande como para hacerlo a la ligera. No se trata de mi intención censurar las actuaciones de nadie, pero mi consejo es que disfrutemos de mucha tecnología en estas fiestas… ¡sólo si de verdad tenemos necesidad de ella!
¿Qué opinas tú de este tema? ¿Crees que durante este período resulta normal que gastemos en objetos que no siempre deberíamos comprar, o te parece que se trata de una actitud que hemos de reprobar con firmeza?
Yo en lo personal tengo un problema, porque reconozco que soy adicto a la tecnología. Hubo un punto realmente crítico, en la era cuando whatsapp despegaba, se hacía basicamente impresindible tener un celular con whatsapp. Parecía nada, pero de repente todos los amigos se comunicaban por ahí, y de repente quedabas descomunicado, simplemente por no tener un teléfono con esa tecnología. El punto llegó a tanto que me llegué a deprimir porque en ese entonces no tenía el dinero para comprarme un celular así. Cuando pasan este tipo de situaciones de verdad, la navidad resulta ser un punto verdaderamente frágil, y puedes caer en ese consumismo sin tomar en cuenta lo que realmente importa. Mucho ojo, porque asi como estoy habrá muchas personas.. saludos!
[…] hemos hablado recientemente de que resulta muy mala idea regalar tecnología en Navidad por puro instinto consumista, que lo mejor es entregar algo útil, o un simple detalle cariñoso si la persona no necesita nada […]