Las primeras tabletas con Windows 8 que se lanzaron tenían un precio desproporcionado, a veces mayor que el del iPad, que los consumidores percibían como muy superior. La estrategia resultaba suicida para una plataforma que se encontraba en pañales, y un dispositivo tan emblemático como la Microsoft Surface original tuvo que ser rebajando fuertemente ante sus bajas ventas. Y, desde luego, los aparatos con el sistema operativo de los chicos de Redmond no tenían oportunidad frente a las competitivas opciones Android. En un principio, sólo quien necesitara un sistema para un uso profesional podía justificar el gasto extra de una alternativa Windows.
Sin embargo, Microsoft reaccionó con dispositivos de ocho pulgadas interesantes: la Lenovo Miix2, la Acer Iconia W4, la Toshiba Encore… tablets atractivas con precios entre los 299 dólares y los 329 dólares. Incluso existen modelos de diez pulgadas por cifras similares, como la bq Tesla W8. A día de hoy, una tablet con Windows 8.1 representa una opción interesante para quien sepa apreciar las ventajas de su software. Sin embargo, los aparatos siguen siendo más caros y ofreciendo menos prestaciones que otros con Android, y hemos conocido unas noticias que nos hacen pensar que esto va a cambiar, gracias a la reacción por parte de Microsoft.
Aparte de que hace tiempo la resolución mínima para estos dispositivos bajó de 1.366 x 768 píxeles a 1.280 x 800 píxeles, Windows 8.1 Update 1 hará que la RAM necesaria pase de 2 GB a 1 GB, y el almacenamiento imprescindible se quede en 16 GB y no en 32 GB. Sin duda, medidas que van a reducir los costes de los fabricantes, y van a repercutir en modelos más asequibles. Pero la noticia interesante se trata del rumor de que los dispositivos con un precio de venta de 250 dólares o inferior no tendrán que pagar 50 dólares por la licencia de Windows, sino sólo 15 dólares.
Sin duda, la empresa de Satya Nadella se encuentra ahora en posición de competir contra Android, no en la gama más baja (que ofrece productos de características generalmente deficientes), pero sí con los modelos de gama media. Auguro que en breve veremos tablets por precios muy contenidos, en los que deseo que la experiencia de usuario no se haya comprometido. Microsoft ha tardado en reaccionar, pero creo que ahora tiene una posibilidad de demostrar las ventajas de su sistema operativo al público que no debe desaprovechar. Desde luego, yo espero con ansia las propuestas que sus distintos socios van a hacernos en los próximos meses.
¿Qué opinas del tema? ¿Te tienta una tablet con Windows 8.1 a buen precio, o crees que el iPad o los modelos Android representan mejores alternativas?
