DRM

En todos los mercados siempre hay dos grandes exponentes que marcan la diferencia frente a sus rivales, y que entre ellos se pelean por conseguir el mayor número de clientes para su producto, sea del tipo que sea. Normalmente, también solemos encontrarnos con que cada una de las dos entidades competidoras quieren que su producto sea el mejor de forma exclusiva, es decir, que no se pueda mezclar a la... Continuar leyendo...

A casi todo el mundo le apetece un buen café para arrancar por la mañana. Puede llegar a tener propiedades interesantes y a su alrededor de ha generado un enorme negocio. La última moda se trata de las cafeteras de cápsulas, al estilo de las famosas Nespresso. Pero el coste de los recambios puede llegar a resultar prohibitivo, lo que ha provocado que aparezca un mercado de cápsulas “compatibles” a... Continuar leyendo...

El pequeño dongle de la marca de Mountain View destacó desde un principio por un coste muy asequible, pero unas funcionalidades también concretas y limitadas. Al menos, en Estados Unidos, los servicios que soportaba eran de los más populares. Para paliar el problema en otras partes del mundo, los desarrolladores han posibilitado reproducir contenido local de nuestro smartphone o tablet, pero Google no ha visto con buenos ojos la iniciativa y la ha cortado de raíz.

Parece que nunca se consigue que los clientes estén del todo contentos, sobre todo porque cada uno tiene sus propias opiniones. Microsoft atacó fuertemente al mercado de la segunda mano con el diseño original de su nueva máquina, y a cambio ofrecía ventajas como la posibilidad de compartir nuestros juegos con hasta diez conocidos. Pero dio marcha atrás tanto en las restricciones como en las prestaciones extra, y hay usuarios que no lo ven con buenos ojos.

No cesa el drama que la multinacional de Redmond está montando alrededor de su Xbox One y sus polémicas restricciones para los juegos. Si ya se han comentado cuotas para las tiendas de segunda mano y un sistema de gestión de licencias que requiere de conexión a Internet cada 24 horas, ahora llega una noticia que, visto el panorama, debemos calificar como positiva. Y es que Microsoft permitirá que compartamos nuestros títulos con diez personas cualquiera que elijamos.

¡Qué tiempos aquellos en los que todo lo que necesitabas para disfrutar del ocio electrónico era un televisor, la consola y un juego! Porque parece que, en plena era digital, el concepto de software como propiedad empieza a diluirse, y los compradores ya no somos dueños de pequeños discos brillantes, sino que se nos van a otorgar ciertos derechos respecto a un juego, y deberemos tener en cuenta y adaptarnos a una larga serie de condiciones si queremos dar el salto a la próxima generación de videojuegos.

La división japonesa de los creadores de PlayStation nos sorprende hoy con una invención que desagradará mucho a los aficionados: han desarrollado un método que permitiría unir de forma permanente un disco de un juego a una consola o cuenta de usuario, lo que tendría un impacto demoledor en el mercado de segunda mano y en los bolsillos de los consumidores. No sabemos qué van a hacer con esa patente, pero muchos somos los que ya estamos alerta.

Los sistemas digitales de gestión de derechos de autor nunca han logrado su objetivo de proteger la propiedad intelectual, pero sí que han provocado más de un dolor de cabeza a los compradores legítimos de los productos. A pesar de esta paradoja, empresas de la talla de Google, Microsoft y Netflix desean que el estándar HTML5 incluya funciones de DRM en el futuro, y así se lo han propuesto al World Wide Web Consortium.

Es innegable que la distribución digital representa un importante avance técnico frente a los soportes físicos, y que supone una serie de interesantes ventajas. Pero, si nos paramos a reflexionar, nos daremos cuenta de que este nuevo sistema puede acarrear problemas graves, que muchos jugones, llevados por las ansias de progreso tecnológico, no estamos valorando de forma adecuada.